viernes, 29 de agosto de 2014
México podría salvar el mercado de los hidrocarburos
© AFP OMAR TORRES.
Con la inestabilidad económica y política que crece en diferentes partes del mundo, el riesgo de cambios bruscos del precio de petróleo alarma a los economistas y políticos. México podría aliviar este riesgo con la reforma de su industria petrolera.
Desde el inicio del siglo XX México era uno de los mayores productores de petróleo en el mundo. Tras la histórica nacionalización de la industria petrolera en 1938 la empresa estatal Pemex se convirtió en un pilar de la economía mexicana, analiza la revista rusa 'Slon'.
La necesidad de una reforma es evidente
En 2003 Pemex extraía 3.600 millones de barriles al día, lo que ahora habría puesto al país en el sexto lugar en la lista de los mayores productores de crudo del mundo. Sin embargo, ahora la mism empresaa estima su producción diaria en 2.350 millones de barriles, mientras los demás países aumentaron sus capacidades, afirma 'Slon'.
El estatus de monopolio estatal de Pemex permaneció durante 76 años de su historia: reformar la empresa no era una tarea simple, ya que para hacerlo necesitaría un cambio de la Constitución mexicana. Finalmente en 2013 las autoridades del país llegaron a la conclusión de que las pérdidas de Pemex perjudicaban a la economía nacional y acordaron el plan de reforma que entrará en vigor a partir de 2015, explica 'Slon'.
Aunque la reforma es considerada polémica y generó muchos debates, el Gobierno está seguro de que reformar la industria es necesario para aumentar su eficacia.
El punto clave es la posibilidad de la inversión extranjera
La reforma marca el fin del monopolio estatal en el sector de los hidrocarburos. Mientras que los yacimientos permanecerán siendo propiedad de México, otros sectores como la prospección y la explotación, así como la refinación del crudo, la producción de la gasolina y la importación de productos petroleros con el tiempo serán abiertos para las inversiones internacionales, afirma 'Slon'.
La misma Pemex guardará el 83% de todas las reservas conocidas y el 21% de todos los yacimientos encontrados en el país en el futuro. Además, la empresa realizará una reforma interna para adaptarse a la nueva situación y aumentar su competitividad.
Si resulta exitosa, la reforma tendría un impacto global
Aunque es un proyecto a largo plazo —la transformación completa del sector tardará 10 años— las esperanzas globales son favorables. Las agencias de calificación aumentaron el 'rating' soberano de México, las transnacionales petroleras planean sus primeras inversiones y los países de Europa están interesados en un posible nuevo proveedor de hidrocarburos.
Si la reforma tiene éxito y realmente logra aumentar la producción y la eficacia de la industria petrolera mexicana, la economía global recibiría otro contrapeso fuerte para los riesgos vigentes para el mercado mundial de hidrocarburos, concluye 'Slon'.
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