miércoles, 10 de septiembre de 2014

EL MAR Y... LA DOLÇA CATALUNYA

EL MAR Y... LA DOLÇA CATALUNYA Salvador Ferrer i Paradeda.
Mar; una enorme cantidad de agua, de las grandezas más célebres creadas por la naturaleza, inmenso, desmedido como una fiesta de 15 años. Tan extremo, que su nombre puede ser masculino o femenino al mismo tiempo, una cosa bella, esbelta, grande... Sabe que no puede hacer amigos de otra forma y, el mar - la mar, se presenta en forma de playas, en "multicolor" si se trata de turísticas y atractivas, con una apariencia de tortilla de maíz, sumisa y hogareña, familiar, acumulando millones de litros de espumosa cerveza. Hay muy pocos mares, pero creo que son todos el mismo o a mí me lo parece. Algunos han tenido y tienen muy buena imagen, como el Mediterráneo; cantado por los poetas desde Homero, que probablemente no conoció ningún otro, al menos no consta que hubiera visitado el Caribe. La proximidad del mar influye en el carácter y los gustos, así, los nacidos en sus riberas y rompientes de las olas, son aficionados a las canciones de autores con un manual del perfecto observador, alegrías exuberantes y melancolías. ¿ Contrasentido ?. Otras aportaciones nos enseñan sus ventajas, peligros y conocimientos. Todas las genialidades y ocurrencias de antropología casera, pueden constatar que muchos pueblos costeros son más abiertos, cultos, conocedores y tolerantes que otros pueblos no marítimos. Suponemos que la mar - el mar -, hace de ventana al mundo, los puertos hacen el papel de unión y de un intercambio de ideas; no sólo de microbios. También la natación sirve para entender que hay al menos dos formas de ir por la vida. (Agua y tierra).Además de distinguirse entre los de "tierra adentro y tierra afuera....", tan virtuosos ellos, los del centro, los de la capita, los de la playa del Manzanares, los que entienden como mar aquello que ven una vez al año y plasman en fotografías, ahora más moderno y con miles de situaciones. Esta interpretación no es perfecta, pero nos resulta útil para enfrascarnos en la teoría por la cual los del interior han salido como han salido (y salen). En caso contrario tendríamos que concluir que los de tierra adentro (o mar afuera) son un enigma y ya se sabe como nos ponemos cuando un grupo distinto al otro se enfrenta delante de un desconocimiento histórico; en lugar de vender entradas para contemplarlo, se organiza una cruzada para conquistarlo. (O para mantenerlo dentro de un estricto orden inadecuado, cargado de vilezas y empedernidos políticos tocando....la gaita) Los inconvenientes de la mar no son pocos. Están los piratas, por ejemplo. Hay también tiburones, aquellos animales tan peligrosos que se transformaron en actores de películas y hace que los niños encuentren aburridísimos a los pececitos del acuario y el huachinango al horno con salsa de chile. La piratería moderna es una cosa terrible porque perjudica a los pobres inmigrantes. El gobierno sería más amable con los africanos en Europa y los balseros caribeños en el continente americano; sino fuese porque quieren contribuir a la prosperidad de las mafias que trafican con ellos (también nos recuerda a fronteras sin playas). Es posible que si el transporte estuviera legalizado y confiado a compañías navieras, aéreas o de ferrocarril, se invitaría a los africanos o caribeños a fiestas y no castigos. Por otro lado las declaraciones sobre el carácter del problema principal que tiene su llegada a la "tierra prometida", tendría que profundizarse. Nuestros problemas (y el mío) probablemente empezaron cuando los "celtas" llegaron a molestar a los "íberos" o viceversa, y luego en el transcurso de los siglos arribaron a éste continente al que llamaron las "Las Indias". Para esto se haría necesario la creación de un banco donde se pudieran devolver los genes incorrectos. Como que tengo toda la línea de provenir de los celtas o de los iberos, estoy dispuesto a volver a donde sea, siempre que la autoridad competente me enseñe a tocar la flauta.

No hay comentarios:

Publicar un comentario