Luego de que se hiciera público el testimonio de un sobreviviente en el caso Tlatlaya, donde entre otras cosas, afirmaba que los 22 supuestos narcotraficantes caídos en un enfrentamiento con las autoridades, en realidad fueron ejecutados extrajudicialmente por el Ejército, el representante en México de Human Rights Watch, José Manuel Vivianco se pronunció para exigir una explicación el gobierno de Peña Nieto.
Vivianco, que se desempeña como director de la división para las Américas de la organización internacional, manifestó que en caso de ser cierta la versión de lo ocurrido aquel 30 de junio en el municipio del estado de México, sería entonces la “peor masacre de civiles por parte de militares de este sexenio”.
Por medio de un comunicado emitido luego de que se hiciera público el testimonio del sobreviviente y testigo presencial, el funcionario de HRW señaló que la denuncia exhibe que a casi tres meses del incidente existen más dudas que certezas brindadas por las autoridades en torno a lo ocurrido en territorio mexiquense, por lo que el gobierno de Peña Nieto no puede callar.
Por el contrario, afirma Vivianco, las autoridades responsables deben explicar que avances se han obtenido de las pesquisas iniciadas por el caso, ya que hasta el momento es poco a casi nulo lo que se sabe. “Es importantísimo que se adopten las medidas necesarias para proteger a la testigo y que no corra ningún riesgo su seguridad”, espetó.
Anteriormente, como parte de su lucha por procurar el respeto a los derechos humanos, HRW ya se había pronunciado al respecto por el caso de los 22 en Tlatlaya, y emitió un comunicado precisamente el pasado 22 de agosto, donde solicitaban que la investigación tomara en cuenta correctamente las pruebas donde se mostraba un accionar sospechoso de los soldados implicados.
De acuerdo a la versión oficial, los elementos de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) fueron atacados cuando se disponían a inspeccionar una bodega en el municipio mexiquense, y acto seguido, respondieron a las agresiones en defensa propia.
No obstante, el testigo sobreviviente que fue identificado como “Julia” a fin de proteger su integridad y evitar represalias, afirma que todo es mentira pues los soldados, tras escuchar la súplica de los jóvenes para que les perdonaran la vida, hicieron caso omiso y los formaron en hilera para luego dispararles.
La testigo, quien asegura haber pedido a los militares que les perdonaran la vida, también explicó que fueron éstos quienes lanzaron el primer tiro, contrario a lo narrado por las autoridades. De igual forma, aceptó que los muchachos implicados respondieron a la agresión, aunque al final del enfrentamiento sólo murió una persona, ya que se rindieron.REVOLUCIÓN 3.0
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