jueves, 30 de octubre de 2014
El bloque soberanista pacta una denuncia internacional por el 9N
Los partidos quieren llevar al Gobierno a la ONU y a Europa por impedir la consulta | Mas replica a Rajoy: "Es de cobardes utilizar el TC para un trabajo que debería ser político"
Afp/ Quique García.
Josep Gisbert
Barcelona.
El bloque soberanista está preparando un documento de denuncia política internacional al Gobierno español por impedir la celebración de la consulta del 9 de noviembre. El texto, en el que trabajan tanto los partidos como los representantes de la sociedad civil, será la plasmación de la recogida de firmas que propuso ICV como uno de los mecanismos alternativos, junto al nuevo proceso de participación ciudadana planteado por Artur Mas a la suspensión de la consulta en su formato inicial decidida por el Tribunal Constitucional.
El documento lo firmarán los ciudadanos que lo deseen el mismo 9 de noviembre, con independencia de que se pueda llevar a cabo también la votación o no, y la intención es remitirlo después a la Asamblea General de las Naciones Unidas, al Parlamento Europeo, a la Comisión Europea y al Consejo de Europa. El texto repasa el camino que se ha seguido en Catalunya desde la aprobación del proyecto de reforma del Estatut por el Parlament en septiembre del 2005, constata la falta de voluntad política del Gobierno español para dialogar y su negativa a permitir el ejercicio del derecho a decidir, y pide a las instituciones internacionales a las que se dirige que actúen para que los catalanes puedan decidir democráticamente su futuro político.
Además de CiU, ERC, ICV-EUiA y la CUP, en la preparación del documento interviene asimismo la Assemblea Nacional Catalana (ANC) y la previsión es celebrar el próximo miércoles día 5 un acto conjunto de cargos electos en el Parlament, el Congreso, el Senado, el Parlamento Europeo y los ayuntamientos para presentarlo públicamente. Un acto que, a la vista del calendario -el día antes, el martes, se reúne el pleno del Tribunal Constitucional-, podría convertirse en la primera réplica a la posible nueva suspensión en esta caso del proceso de participación.
La impugnación del Gobierno español a este formato alternativo del 9 de noviembre fue analizada precisamente ayer por el presidente de la Generalitat, Artur Mas, en la sesión de control en el Parlament, en la que aseguró que "es de cobardes utilizar el Tribunal Constitucional para un trabajo que debería ser estrictamente político". Una afirmación contundente con la que, de hecho, pretendía a devolver la pelota al presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, que el domingo le había acusado de "mezquino".
El debate fue especialmente tenso entre Artur Mas y Alicia Sánchez-Camacho, como consecuencia de los motivos aducidos por la presidenta del PP en Catalunya para impugnar el proceso de participación ciudadana sustitutivo de la consulta: "Lo que se llevará al Tribunal Constitucional es su intención de querer engañar al Estado". Un argumento que el presidente de la Generalitat no dudó en recoger para replicarle: "El problema es que ahora no saben qué hacer y tienen que recurrir intenciones, hemos llegado al punto en España en que se recurren intenciones, viva, viva, viva la democracia española", lamentó con un tono repleto de sarcasmo que le llevó a ironizar sobre "la calidad democrática de alto nivel y de alta intensidad" que cree que la mayoría absoluta del PP ha implantado en España.
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