jueves, 13 de noviembre de 2014

Rompen silencio y se organizan; crean comité independiente de víctimas

Dicen que irán a las fosas de Iguala y Cocula a recolectar restos de desaparecidos Pedro Tonantzin/ Corresponsal-EXCELSIOR.
Registro para ADN. Familiares de desaparecidos aprobaron que se les tomen muestras de ADN y llenaron cuestionarios en los que especificaron la fecha de la desaparición de su pariente, otorgaron señas particulares de la víctimas y ofrecieron una narración de los hechos. Los documentos se incluirán en una base de datos que creará Ciencia Forense. — Familiares de desaparecidos, en Iguala y municipios vecinos de la región norte de Guerrero, ofrecieron sus testimonios a la organización Ciencia Forense Ciudadana (CFC) que preside la activista Julia Alonso Carvajal, y aprobaron que les tomen muestras de ADN para identificar los 38 cadáveres encontrados en las fosas clandestinas de la ciudad. Unos 60 familiares de desaparecidos se reunieron en la parroquia de San Gerardo Mayela, de Iguala, con Julia Alonso e integrantes de la organización CFC, así como con el Frente Cívico de Iguala y la Unión de Pueblos Organizado de Guerrero (UPOEG) y representantes de la Iglesia católica. Durante la reunión madres, padres, hermanos, esposas, hijos, rompieron el silencio y el miedo al hablar, sobre lo que cada uno ha vivido desde que sus familiares fueron secuestrados o levantados por el crimen organizado, así como por policías locales y federales. La activista Alonso Carvajal de la organización Ciencia Forense Ciudadana (CFC), comentó que todos los datos de las solicitudes serán ingresados a través de la página de internet de la organización de forma anónima, para que se puedan identificar los cadáveres de la ciudad. Cuando se tenga un registro de 500 personas, los especialistas de CFC efectuarán las 500 pruebas de ADN para que puedan identificar los restos humanos exhumados de las fosas de Pueblo Viejo y Cerro Gordo, a raíz de la búsqueda de los 43 normalistas desaparecidos; recibirán la ayuda del Consejo Británico de Ciencia y Tecnología y la Universidad de Durham, en Inglaterra. Los familiares de desaparecidos advirtieron que en caso de que las autoridades sigan mostrando desinterés en las investigaciones, subirán ellos mismos a la zona de las fosas para explorarlas y exhumar los restos humanos y evidencias. Exigieron al gobierno federal informar sobre las fosas encontradas, así como del número de cadáveres o restos encontrados, y detallar las condiciones de estos y su características para ayudar a reconocerlos. A la reunión llegaron familiares de desaparecidos en Iguala y municipios vecinos como Taxco, Tepecoacuilco, Cocula y Teloloapan. El encuentro lo encabezó la activista Julia Alonso, quien mantiene una lucha por la localización de personas desaparecidas y por la paz, a raíz de la desaparición de su hijo Alberto López Alonso, el 12 de enero del 2008. En Iglesia de San Gerardo, está ubicada en el barrio del mismo nombre en esta ciudad, fue conformado un comité que coordinará las acciones que siguen y acordaron celebrar el próximo martes una segunda reunión. También aclararon que el domingo 23 de noviembre, se reunirán en la explanada de Iguala para subir a Cerro Gordo y sus alrededores, donde han sido encontradas fosas clandestinas, con el fin de buscar cuerpos o restos humanos que, se cree, las autoridades ministeriales y periciales han ignorado dentro de las propias fosas. Mayra Vergara llegó el martes hasta la parroquia para unirse al grupo de los familiares de los desaparecidos que desean ser incluidas entre las 500 pruebas que ofreció la organización civil. Ella busca a su hermano Tomás, desde 2012, cuando los criminales lo secuestraron en el municipio de Huitzuco, Guerrero, mientras conducía su taxi. La familia Vergara, como todas las que dejaron sus datos al Consejo Forense, recibió un documento con el folio: 5025, donde además de firmar su autorización para someterse a las pruebas genéticas, también respondió diversas preguntas.

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