El salario mínimo real cayó casi 80% en 27 años

LA CRÓNICA En los últimos 27 años, el salario mínimo respecto al poder adquisitivo de los mexicanos, disminuyó 78 por ciento, lo que significa que los precios de los productos de la canasta básica rebasaron la capacidad de compra de los consumidores, hecho que mantiene a más de 61 millones de personas en pobreza patrimonial. De acuerdo con datos del Centro de Análisis Multidisciplinario (CAM) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), en 1987 los trabajadores podían adquirir casi dos veces la canasta básica de alimentos, mientras que en 2014 sólo tenían la capacidad de comprar una tercer parte.

Esto se debe, según el estudio publicado en 2014, a que los precios de los productos de la canasta básica se han incrementado a lo largo de los años, sin que los salarios mínimos tengan el mismo comportamiento. Un ejemplo de ello, es que tan sólo de 2001 a 2014, el índice de precios de la canasta básica creció 90 por ciento, mientras que en el mismo periodo de tiempo, los salarios aumentaron apenas 0.3 por ciento en términos reales. El salario mínimo real que ganaban los trabajadores en 1987 era de 127.56 pesos diarios, cifra que fue disminuyendo para ubicarse en 2012 en 62.33 pesos diarios, según datos de la UNAM. “Estamos ante el peor momento para los trabajadores, por la baja de salarios que enfrentan y no se prevé que haya un cambio inmediato”, reconoció Manuel Fuentes Muñiz, abogado y profesor de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM). En entrevista con Crónica, el especialista en materia laboral argumentó que a pesar de que en la actualidad un 60 por ciento de trabajadores ganan en promedio dos salarios mínimos, la baja en el indicador provoca que los recursos económicos sean insuficientes para la compra de alimentos. El estudio de la UNAM muestra que mientras a inicios de la década de los ochentas una familia podía comprar 18 litros de leche con el salario mínimo, tres décadas después sólo pueden adquirir cuatro. “Lo que está pasando con el salario es que dejó de convertirse en un salario familiar, como dice la Constitución, y ahora tenemos un salario que ni siquiera para una persona alcanza”, alertó Fuentes. La disminución en el poder de compra de los trabajadores provocó un aumento en el número de personas consideradas en pobreza patrimonial. Según los más recientes datos del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de De- sarrollo Social (Coneval) al cierre del 2012 un total de 61 millones 350 mil 435 mexicanos vivía en pobreza patrimonial, es decir, el 52 por ciento de la población. El organismo define a la pobreza patrimonial como la insuficiencia del ingreso para adquirir la canasta alimentaria y efectuar los gastos necesarios en salud, educación, vestido, vivienda y transporte. En el reporte “Evolución de la pobreza por la dimensión de ingreso”, la Coneval detalló que el número de pobres en el segmento patrimonial de 2012 fue el mayor desde 1998, cuando se reportó a 60 millones 671 mil 333 mexicanos, para ese momento el 63 por ciento de la población. Para el abogado Fuentes Muñiz, los bajos salarios y como consecuencia de ello, una pobreza creciente, fueron el resultado de la disminución en prestaciones al interior de las empresas y la introducción del sistema conocido como outsourcing, el cual ofrece a los trabajadores menores cotizaciones o pagos de los salarios. “Es un problema muy grave porque el nivel de ingresos ha venido disminuyendo al interior de las empresas; ocurre que por un lado el nivel de las prestaciones se van reduciendo, y los contratos se diseñan para ser temporales, lo que propicia que los trabajadores acepten salarios bajos. Esta circunstancia aunada a la falta de existencia de verdaderos sindicatos son efectos importantes que contribuyen a la baja del salario”, explicó. Actualmente en México operan dos mil 682 organizaciones de trabajadores conformadas por sindicatos, federaciones y confederaciones, que aglutinan a casi dos millones de trabajadores, siendo el Distrito Federal, el Estado de México y Nuevo León, las entidades donde existen más sindicalizados, según la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STyPS).