jueves, 3 de septiembre de 2015
Al alza embarazos tempranos en México
PROCESO Considerados como un problema de salud pública en México, los embarazos tempranos continúan en ascenso en todo el país, pese a que datos oficiales aseguran que aumentó la cifra de adolescentes que usan algún método anticonceptivo en su primera relación sexual.
De acuerdo con los resultados de la Encuesta Nacional de la Dinámica Demográfica (Enadid) 2014, el número de partos en mujeres de 15 a 19 años de edad se incrementó en seis puntos porcentuales de 2009 a la fecha, toda vez que por cada mil adolescentes 77 se convirtieron en madres, cuando hace cinco años la tasa era de 70.9 nacimientos por cada mil adolescentes.
De manera paralela, los resultados de la encuesta realizada por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) y el Consejo Nacional de Población (Conapo) muestran que disminuyó la edad en la que las jóvenes inician su vida sexual, al pasar de 19 a 18 años.
Según los mismos datos, en mayor medida el inicio de la vida sexual se da con el uso de algún método de anticoncepción.
La encuesta destaca que de las jóvenes de 15 a 19 años que iniciaron su vida sexual, 54.5% reportó haber utilizado (ella o su pareja) algún método en su primera vez para evitar un embarazo o una infección de transmisión sexual (ITS), lo que significa un incremento de 16.3 puntos porcentuales respecto de lo señalado por la Enadid 2009, cuyo dato fue de 38.2%.
Otros resultados
Los cambios en la dinámica demográfica desde 2009 se pueden conocer con los resultados de la Enadid 2014, cuyo sondeo reveló que la realidad de las mujeres pobres y jóvenes no ha variado mucho: vivir en áreas rurales, tener un nivel de escolaridad bajo o ser menor de 24 años de edad son factores que se asocian a tener familias más numerosas.
Según el Inegi y el Conapo, la fecundidad ha mantenido un descenso constante desde finales de los años 60, cuando la tasa global llegó a ser de siete hijos por mujer, hasta llegar en 2014 a una tasa de 2.21 hijas o hijos por cada mexicana.
Desde la Enadid 2009 se observó que las tasas de fecundidad más altas se registraban en las jóvenes de 20 a 29 años), tendencia que permanece en 2014, año en que el grupo de mujeres de 20 a 24 años –al igual que en la encuesta anterior– es el que presenta el nivel más alto de fecundidad, con 126 nacidos vivos por cada mil mujeres, seguido por el grupo de entre 25 y 29 años, con 113 nacimientos por cada mil.
Además de la edad, los niveles de fecundidad de las mujeres varían dependiendo del lugar de residencia y su escolaridad. Por ejemplo, en Chiapas –identificada como una de las entidades con más rezago social– la tasa de fecundidad es de casi tres hijos por mujer (2.90), mientras que en el Distrito Federal la tasa es de 1.47 hijos.
En tanto, la tasa global de fecundidad de las mujeres sin escolaridad es de 3.3 hijos por mexicana, en contraste con las mujeres con una escolaridad media superior y superior, que registran una tasa de 1.79 hijos por cada una.
La Enadid 2014 también registró que el promedio ideal de hijas e hijos que cada mujer en edad fértil (de 15 a 49 años) desea tener es de 2.6 a nivel nacional.
Para conocer si las mujeres cuentan con las herramientas necesarias para cumplir con ese ideal, el Inegi indagó en el conocimiento y uso de anticonceptivos que tienen las mexicanas y que les es de utilidad para evitar o postergar un embarazo.
Así, 98.7% de las mujeres de 15 a 49 años conocen o han oído hablar de al menos un método de control natal, independientemente de si los han usado o no alguna vez en su vida.
Pero el aumento en el uso de anticonceptivos en mujeres fue mínimo: mientras en 2009 el 49.7% de 15 a 49 años reportó ser usuaria de algún método, cinco años después, 51.6% declaró ser usuaria de algún anticonceptivo.
Por su parte, 31.8% de las mujeres en edad fértil nunca ha usado los anticonceptivos, aunque los conoce, y en 2014 sólo 1.2% dijo que nunca ha usado ni conoce esos métodos.
En estos cinco años, el tipo de métodos de control natal que utilizan las mujeres no ha variado considerablemente, toda vez que en 2009 el más recurrido fue el método quirúrgico de Oclusión Tubaria Bilateral (OBT), que se realizaron 48.8% de las mujeres usuarias de anticoncepción.
Le siguen los métodos no hormonales (como el condón –masculino y femenino– y el dispositivo intrauterino de cobre), con 28%, y los hormonales, con 14.2% de mujeres que recurrieron a ellos.
Para 2014 el porcentaje de mujeres que se realizó una OBT permanece casi igual, con 48.6%, mientras la utilización de métodos no hormonales subió a 30.4% y los hormonales (identificados por especialistas como los más efectivos para la prevención de embarazos) sólo fueron utilizados por 13.5% de las usuarias.
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