jueves, 3 de septiembre de 2015

Llegamos 141 Años de Vida Municipal y Naucalpan trascendió en lo adverso

• En más de 30 años atrás, en verdad que nos perdimos, ahoramismo quedan simples recovecos de aquel pasado que se desdibujó a través del tiempo. • Nuestro municipio, tiene una enorme potencial que no hemos podido aprovechar para las generaciones futuras, y nos quedamos atrapados en el ayer con los problemas igual de ese cruel instante.
Por Mario Ruiz Hernández Del Naucalpan Prehispánico, al de la Colonia, el de la Independencia, el de La Revolución, el del Siglo pasado, y el del actual Siglo XXI, en verdad que entraña un profundo sentimiento de pertenencia, arraigo e identidad. Mañana, cuando conmemoremos El 141 Aniversario de su Fundación, creo que no hay mejor celebración, que honrarlo hasta las entrañas, debido a que aquí, fue tierra fértil y de progreso de miles, de familias que hoy, gozan pese a todo, de un presente y futuro promisorio. Cierto es que, emocionan las raíces, la evolución misma en el tiempo, de llegar a hacer y ser adultos, pero antes, en aquel ayer que se nos fue, el amor sincero al terruño. Más y justamente en mi tiempo, el de mi querido-San Bartolo- en el que los que existimos con poco y dimos mucho, basta el ego rodeado por las banqueta; hoy casi perdemos el orgullo y la pedantería, hoy nos volvimos sinceros, casi convencionales, para decirle gracias a la vida. En aquel San Bartolo, todavía que me tocó míralo como algo majestuoso, en el que podíamos andar a la hora que quisiéramos, el de conocerse y no desconocerse, el de cuidarse unos a otros, en donde el saludo era una total cortesía. Me gustaría hablar de todo, de la tradición, del corazón mismo y alma de Naucalpan. Por qué no, de este municipio que en cada lugar seguro que encierra íntimas grandezas. En el estímulo de los valores humanos; en la música, en la poesía, en la literatura, en las artes, en el honor; en la soledad, frente a un mundo insensibilizado y atroz, se albergan recuerdos, historias y nuestros anhelos. Hoy llegamos a puerto, y concebimos crueles momentos inimaginables que algún sucedieran; atravesamos “El Lugar de las Cuatro Casas-Los Cuatro Barrios; alcanzamos en su momento la progresión de “La Joya de la Corona”. Iniciamos, súbitamente un encuentro entre una y demasiadas culturas; convivencias e interesantes mestizajes, una demarcación pluricultural que ahora nos ha rebasado por completo. Desafortunadamente, se han perdido las identidades, entre muchas otras cosas; nos vemos y sobrevivimos- nosotros los extraños- en el lamento. Parece que también se acabó la historia, vuestras tradiciones, actualmente pasando la Fiesta Patronal de San Bartolomé; antier, en la celebración de” La Virgen de los Remedios, en el pueblo de Los Remedios, vendrá San Lorenzo, San Mateo y San Miguel, pero jamás y nunca como antes. Qué decir, de la Lonja Mercantil del “Puerto de Veracruz”, La Arena de Lucha Libre Algusto; la desaparición de las pulquerías, la mutilación del Kiosco original del Parque Revolución; “La Mil Hierbas”, “La Jalisco”, “El Chamizal”, los campos de fútbol de “Los R-Nacional”; “La Temida carretera de “La Cadena”; las amplias zonas verdes y tierras de cultivo desde el actual Mercado de la Cabecera-al Bosque Nacional de Los Remedios. Hablamos igual, sobre la historia de Naucalpan de Juárez, los secretos que nadie conoce, las tramas históricas más curiosas que sólo los viejos del pueblo conocen, leyendas que tienen parte de verdad; las Brujas de San Juan Totoltepec”; “La aparición de Monjes en las calles de “Isabel La Católica y Jardín”, “El charro sin cabeza y el Mulato del Antiguo rastro de 5 de Mayo”. Empero en estos momentos, narramos y damos cuenta de numerosas muertes, robos, asaltos a mano armada; un Municipio desdibujado, fragmentado, dividido entre pobreza y riqueza. La zona residencial, llena de problemas y conflictos, de frivolidades de los chavos y chavas; el aumento grosero de bares, antros y chelerías; en contraparte, de la popular, cargada de vandalismo, narcomenudeo; apertura de venta de cervezas en las cocheras. Asimismo, un municipio sin visión de futuro, con rasgos interesantes de una planeación estratégica a largo plazo, que nadie se atreve a vislumbrar, más que hacer, decir y aplicar el discurso de siempre, acusando al pasado de lo que ya pasó y uno que otro, divulgando puras ocurrencias. En fin, Naucalpan hay para rato, dejemos que las cosas sucedan pero también avivemos el espíritu de comunidad, de salir adelante y dejar a nuestros hijos un mejor destino…

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