Pierde millones por cambio climático el sector pesquero en BC

LA CRÓNICA El sector pesquero, acuícola e industrial ha dejado de generar más de 200 millones de dólares y perdido empleos directos e indirectos debido al cambio climático que ha provocado variaciones en la dinámica de las pesquerías.

El presidente de la Cámara Nacional de las Industrias Pesquera y Acuícola de Baja California (Canainpesca BC), Juan Morán Sánchez, aseguró que ello ha disminuido la posibilidad de captura de las especies comerciales que han hecho fuerte a este sector. Refirió que fenómenos naturales como “El Niño” y “La Mancha” han provocado la difícil situación que actualmente viven los empresarios y los trabajadores que dependen del sector pesquero en Baja California. “En los últimos 15 meses hemos vivido circunstancias desfavorables como dos huracanes del año pasado que mermaron la pesquería de la langosta, la Marea Roja en el Alto Golfo de California que durante todo 2015 ha golpeado a todas las pesquerías de esa zona”, anotó. Aunado a ello, el sector también ha padecido el incremento de la temperatura del mar, que ha modificado de manera significativa los patrones de diversas especies marinas que son aprovechadas por el sector en el estado. Dijo que investigadores de universidades extranjeras han detectado una enorme masa de agua caliente de unos mil 600 kilómetros de longitud y como 90 metros de profundidad a lo largo de la costa oeste de Estados Unidos, desde Alaska hasta México. El empresario pesquero explicó que esta acumulación de agua cuya temperatura en algunos lugares es unos 2.7 a cuatro grados centígrados, superior a la media, ha sido bautizada como "La Mancha" (The Blod, en inglés). El calentamiento de las aguas, dijo, provoca que haya menos nutrientes en el océano, lo que al mismo tiempo ha alterado la distribución de la fauna marina y ha diezmado la cadena alimenticia. Subrayó que productos como la sardina, langosta, almeja generosa del Pacífico, de Puerto Peñasco y del Alto Golfo, así como abulón y otras especies, han modificado su patrón de comportamiento natural, debido a los cambios en las temperaturas del mar. “Por esa razón su aprovechamiento ha sido mínimo y se contabilizan pérdidas cercanas a los 200 millones de dólares en un año”, por lo que destacó la urgencia de que el sector pesquero, acuícola e industrial se unan para integrar una estrategia. Consideró que esas acciones deben también de involucrar a las autoridades de los tres niveles de gobierno, a las academias y a las organizaciones no gubernamentales como la Cámara Nacional de las Industrias Pesqueras y Acuícolas, para enfrentar la crisis. “Vivimos una nueva realidad y ante la crisis, debemos de generar en Baja California, la información suficiente para aprovechar nuevas pesquerías, abrir nuevos mercados internacionales y fortalecer el mercado interno”, manifestó. Anotó que la extensión del litoral de Baja California por el Pacífico y el Golfo representa, pero es necesario que a través de investigación de instituciones se concreten mejor las pesquerías nuevas y ya existentes, para generar más divisas y empleos. Además, añadió, “será urgente trabajar con el gobierno federal, a través del Congreso de la Unión y diversas secretarías de estado, para lograr apoyos extraordinarios a los que tradicionalmente maneja Conapesca”. Resaltó que no buscarán subsidios, sino créditos, para hacer más productiva la capacidad instalada en Baja California y tener la oportunidad de acceder a más mercados internacionales y favorecer el mismo consumo interno. Precisó que tan solo en el municipio de Ensenada, así como en el Sauzal, existen cerca de 40 plantas procesadoras de productos del mar, principalmente para congelado, sin tomar en cuenta otras que existen en delegaciones como Colonet y San Quintín. “La sequía en el mar ha sido tal, que en 2014 las plantas industriales de Ensenada trabajaron a un 35 por ciento de su capacidad instalada y en el primer semestre de 2015 no rebasan el 12, lo que ha mermado gravemente la competitividad del sector”, expuso. Dijo que para hacerlas más productivas, deberán lograrse los apoyos necesarios para certificar las plantas para más mercados como el europeo y estar preparados para cuando ésta circunstancia sea revertida, puedan aprovecharse mejor los productos del mar.