lunes, 15 de agosto de 2016
11 animales murieron tras prohibición de utilizarlos en circos
En una tarjeta informativa entregada por la Dirección General de Vida Silvestre se establece que cuatro animales fallecieron en 2015 y siete en lo que va de 2016, sin establecer las causas de los decesos.
A poco más de un año de la entrada en vigor de la reforma a la "Ley General de Vida Silvestre", que prohíbe el uso de animales en circos, sólo 11 ejemplares han muerto de manera oficial, de un inventario de mil 091 que había en 2014, de acuerdo al reporte de bajas de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMANART).
En las bajas por aprovechamiento, hay 280 animales exóticos y 76 nacionales, que se vendieron a Unidades de Manejo para la Conservación de la Vida Silvestre, Universidad del Medio Ambiente (UMA), que pueden ser criaderos, santuarios o zoológicos, mientras que 29 fueron entregados en donación a la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (PROFEPA).
Los 695 animales restantes están todavía en poder de los circos, ya que por norma, sus dueños están obligados a reportar a la autoridad ambiental las altas y bajas de sus ejemplares.
En 2014, la SEMANART tenía registrados 199 circos en activo, pero después de los cambios a la legislación, 23 se declararon en suspensión de actividades.
La agrupación Animal Héroes cuenta con evidencia de que 110 animales de circo se encuentran en el Santuario Black Jaguar White Tiger, 94 fueron comprados por el Parque Tizayocan y 17 están en rehabilitación en el Bioparque de Convivencia Pachuca.
A finales del año pasado, Armando Cedeño Álvarez, presidente de la Unión Nacional de Empresarios y Artistas de Circo reconoció que a pesar de los amagos de algunos integrantes del sector, ningún animal fue sacrificado ante la prohibición de exhibirlos en espectáculos públicos. "Eso es mentira, yo no voy a sacrificar mi patrimonio, es como si yo tuviera un carro que me cuesta 100 mil pesos y porque me dicen que no puede circular, lo voy a quemar, o a aventar a un barranco, sería muy estúpido” indico.
Agregó que tampoco fue realidad el rumor sobre la existencia de un cementerio de animales de circo en Tizayuca, Hidalgo, no obstante, que la reforma a la Ley General de Vida Silvestre representó grandes pérdidas para el gremio circense, porque perdieron mucho dinero en la venta de los animales.
"Las llamas yo las vendí a cinco mil pesos, cuando una llama costaba 15 mil pesos; el dromedario tenía un precio de 120 mil pesos y lo tuve que dar en 50 mil pesos; los tigres blancos costaban 25 mil dólares y los estuvieron vendiendo por dos mil, tres mil dólares a lo mucho”, lamentó.
El caso más grave registrado hasta el momento fue el abandono de 20 ejemplares en Yucatán por un circo y que provocó la muerte de una hembra de papión, que se encontraba muy estresada, desnutrida y deshidratada.
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