En León, Guanajuato, la sucursal de la Pizzería Ciao! fue reabierta después de que se realizaran las inspecciones correspondientes, tras la muerte de un niño de cuatro años, que presuntamente falleció por comer ahí una rebanada de pizza junto con su mamá, quien se encuentra hospitalizada y en estado grave.
En la primera inspección, la autoridad sanitaria determinó el cierre del negocio debido a que detectó la falta de procesos correctos para el manejo de alimentos como el lavado de manos del personal y la falta de bitácora de fumigación.
Inspeccionaron la higiene del lugar, el área de almacenamiento de alimentos, las condiciones de refrigeración y el lugar del que provienen los insumos, para en caso de que los resultados muestren alguna irregularidad, además de enlistar el origen de los productos.
La Secretaría de Salud de Guanajuato (SSG) confirmó que el negocio pudo solventar las observaciones que le realizó personal de la Dirección Contra Riesgos Sanitarios.
Por otra parte, tras analizar las muestras que la Secretaría de Salud tomó de los alimentos elaborados en este establecimiento, se informó que no se detectaron irregularidades graves.
“Se realizó una visita de verificación con toma de muestra de los alimentos tanto los preparados como de los insumos, para mediante pruebas de laboratorio determinar la calidad de éstos”, señaló el director general de riesgos sanitarios, Luis Carlos Zuñiga.
Sin embargo, precisó que este diagnóstico y resolución que emitieron las autoridades sanitarias es independiente de otros procesos iniciados por otras instancias como el Ministerio Público (MP) o Derechos Humanos (DH).
La Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) aún no tiene los resultados de los exámenes aplicados al pequeño Hugo Leonel Soto Villegas, quien falleció presuntamente intoxicado por comer una rebanada de pizza.
Autoridades detallaron que los resultados tardarían más tiempo, debido a que aplican pruebas microscópicas a las muestras que obtuvieron del pequeño.
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