viernes, 23 de septiembre de 2016

Al ya no enviar la basura al Edoméx, la CDMX ahorrará mil 330 mdp

Al año con la construcción de dos plantas tratadoras de basura, modelo similar al que ya funciona en Europa, como en España y Alemania, la Ciudad de México dejará de gastar mil 330 millones de pesos en el traslado de residuos a rellenos sanitarios del Estado de México.
José Jaime Slomianski, director de la Agencia de Gestión Urbana (AGU), explicó que los capitalinos generan 13 mil toneladas de basura, equivalentes a llenar el estadio Azteca “de piso a techo” todos los días. De esta cifra, 8 mil 500 se envían al Estado de México. Diariamente, el gobierno destina 429 pesos por tonelada, entre transporte y el pago a los rellenos sanitarios privados [360 pesos], para deshacerse de la basura. Por ello, el gobierno capitalino comenzó a buscar soluciones desde hace un par de años con el fin de evitar trasladar los residuos a otros lugares, lo que genera más contaminación. Resaltó que enterrar la basura no es la solución, con todo y que se lleven a rellenos sanitarios certificados, enterrar la basura hoy no es una opción, ni enterrarla en el Estado de México, ni enterrarla en ningún lado, porque así contribuimos a la contaminación ambiental con esta medida. Slomianski explicó que de seguir enviando los residuos a los rellenos sanitarios, tarde o temprano se escapan los gases a la atmósfera o se corre el riesgo de que se rompa la geomembrana -una técnica de ingeniería que evita la filtración- y, entonces, el jugo de los residuos [lixiviado] llegue al subsuelo contaminando el agua. El gobierno local armó un plan a dos años: construir una Planta de Biodigestión y otra de Termovalorización. La primera será únicamente para los desechos orgánicos, los cuales serán procesados para convertirlos en energía. Diariamente se utilizarán cerca de dos mil toneladas. De acuerdo con el titular de la AGU, los desechos orgánicos serán descompuestos en tiempo récord: de siete años, como naturalmente se hace, a sólo 21 días. Todo el gas metano producido por los desechos orgánicos será convertido en electricidad. Con el procedimiento se podrá brindar energía a tres cuartas partes de las plantas de bombeo que distribuyen el agua a la Ciudad de México. La segunda es la de Termovalorización, que se ocupará de los residuos inorgánicos. Estos desechos -casi cuatro mil toneladas- también serán convertidos en energía y será usada para el Sistema de Transporte Colectivo (STC) Metro. Planteó que en lugar de que estemos comprando la energía a CFE [Comisión Federal de Electricidad], lo que tenemos que hacer es generar energía limpia, producto del tratamiento de la Ciudad. Slomianski comentó que estos métodos no son equivalentes a la incineración, ya que éste sólo consiste en quemar la basura sin algún control de emisiones contaminantes y sin el interés de producir energía. “Eso se hacía en el mundo hace más de 30 años. Hoy los países revalorizan energéticamente la basura inorgánica a través de una energía que se llama ‘termovalorización’, que son plantas industriales con modelos tecnológicos y controles de calidad estrictos”, plantea. El funcionario asegura que ambas tecnologías cuentan con sistemas muy estrictos respecto a la emisión de gases, por lo que éstos no serán contaminantes. Según el titular de la AGU, en el mercado hay 15 empresas, las que tienen mayor experiencia en este procedimiento, primordialmente europeas y asiáticas. Una o dos de ellas será elegida por el gobierno capitalino al término de este año. Tras la licitación, en un año, aproximadamente, se construirán ambas plantas. Éstas serán las únicas en su tipo en América Latina. Aunque por ahora las autoridades tienen la mirada en la construcción de dos plantas, lo ideal sería construir hasta tres plantas de Biodigestión y otra más de Termovalorización para tener mayor cobertura. Slomianski señala que el gobierno local todavía está en el análisis de en qué predios podrían construirse las plantas. Es prácticamente un hecho que la Planta de Biodigestión se construirá a un costado de la Central de Abasto. Autoridades, incluso, ya concluyeron con la primera etapa en este predio. En lo que respecta a la Termovalorización, las autoridades todavía no han decidido dónde quedará ubicada, pero se ha analizado terrenos de Iztapalapa, Álvaro Obregón, Tláhuac y Xochimilco. El funcionario señaló que aunque sean construidas las plantas, el espacio no será privatizado, pues una vez que se otorguen los permisos, el terreno seguirá siendo de la administración local. (con información de Crónica)

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