Donald J. Trump y su desprecio a la diferencia

Ciudad de México, julio 27 de 2017 (SNDS-PRD).- La decisión del presidente Donald J. Trump, de dejar fuera del Ejército de los Estados Unidos a las personas transgénero, es una medida oscurantista y discriminatoria que busca revertir los avances logrados por el colectivo de la diversidad sexual durante la administración del ex mandatario Barack Obama.

En medio de una severa crisis de popularidad derivada de varias derrotas legislativas, del escaso apoyo del ala republicana que lo llevó al poder, y del fuerte cuestionamiento en torno a la participación de su equipo de campaña con el gobierno de Rusia en los pasados comicios, el anuncio hecho por Trump pretende distraer la agenda informativa de los medios de comunicación. Con apenas seis meses de haber llegado a la Casa Blanca, el mandatario estadounidense ha develado su enorme desprecio por las poblaciones transgénero. Recordemos que tan sólo a un mes de haber tomado posesión, anuló la norma proclamada por su antecesor para que las escuelas públicas de Estados Unidos permitieran a los alumnos trans utilizar los baños de su preferencia en función del género con el que se identificaran. Ahora, mediante unos tuits, Donald J. Trump da un portazo a un colectivo que públicamente había comenzado a incorporarse a sus filas luego de que en junio de 2016, Ashton Carter, entonces secretario de la Defensa, anunció una nueva política que ponía fin a la prohibición de ingreso a los transgénero a las Fuerzas Armadas. “El ejército debe concentrarse en una victoria decisiva y abrumadora y no puede cargar con los tremendos gastos médicos y las perturbaciones que implicarían los transgénero en el ejército”, justificó el presidente en uno de sus mensajes. Sin embargo, el Pentágono gasta más dinero en pastillas contra la disfunción eréctil, 42 millones de dólares (mdd) anuales, según un documento de Rand Corp, en comparación con el costo que requerirían las personas trans sería de entre 2.4 y 8.4 mdd. Para la Secretaría Nacional de Diversidad Sexual del Partido de la Revolución Democrática (SNDS-PRD), los mensajes de Donald J. Trump, constituyen una seria amenaza en contra de los derechos humanos y van en contracorriente con lo que acontece en países como Israel, Reino Unido, Canadá, Suecia, Australia, España y Holanda, cuyos ejércitos han dado cabida a las personas transgénero. Sin duda es un serio contraste en una nación que se dice defensora de las libertades en el mundo. Sin mayores explicaciones de cómo y cuándo entraría en vigor tal medida, los sorpresivos tuits de Trump desplazaron de las primeras planas sus fracasos en la reforma sanitaria y las pesquisas sobre el llamado “Rusiagate”. Hasta este momento se mantiene en la web oficial del Pentágono el anuncio de apertura del Ejército a las poblaciones transgénero. Desde la SNDS-PRD reprobamos toda medida enfocada a vulnerar los derechos de las personas de la diversidad sexual, independientemente del lugar en que ocurran. En una lectura política, los tuits de Donald J. Trump alteran la comunicación con los colectivos de la diversidad sexual y acercan nuevamente al mandatario a los sectores estadounidenses más conservadores. Un estudio de la Asociación de Médicos de Estados Unidos ha calculado en 13 mil el número de personas transgénero que sirven en el Ejército. Lo que acontece en el vecino del norte es una oportunidad para abrir el debate de lo que ocurre al respecto en las Fuerzas Armadas Mexicanas, en las que el tema de la diversidad sexual aún ocasiona escozor en las altas esferas de mando. La discriminación contra las personas de la diversidad sexual no tiene fronteras ni espectro político. La autocrítica debe ser bienvenida para no caer en lo que dice un viejo refrán popular: “Ver la paja en el ojo ajeno y no la viga en el propio”.