Los habitantes dijeron que el pozo fue construido a petición de un extranjero del que se desconocen sus datos que vive en ese lugar, para beneficio de una empresa particular, y que la extracción de agua también puede convertirse en un negocio lucrativo para el propietario, ya que vendería el líquido a los piperos.
Josefina Martínez Pelaez, habitante del lugar argumentó que la persona que mandó a perforar el pozo clandestino trabaja en la CTM, que se dedica a la venta de agua y con estas acciones pretende dejarlos sin el abasto, sin que le importe que actualmente tienen agua solamente 1 o 2 días a la semana y con la perforación de este pozo se quedarían sin ella.
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