martes, 17 de diciembre de 2013

Autoridades 'relajan' vigilancia en zona de riesgo en Chulavista

Los cordones rojos en la zona de alerta yacen en el piso. Pemex cerró diálogo con Tlajomulco, señalan Denuncian presencia de empleados de Pemex antes de fuga en Tlajomulco Pemex, sin investigación interna por fuga de combustible Vecinos dicen que continúan circulando vehículos 'extraños' en la zona En la etapa que pudo haber desaparecido, la gente ya olvidó que hace meses hubo alerta de explosividad TLAJOMULCO DE ZÚÑIGA, JALISCO .- Ni el puesto de vigilancia sigue en pie, ni las patrullas de agentes viales son vistas por la zona. Tampoco se observan oficiales rescatistas, ni mucho menos autoridades de Petróleos Mexicanos (Pemex). La etapa 19 del fraccionamiento Chulavista ha retomado su habitual calma... y abandono. Hace menos de dos meses, autoridades de los tres niveles --incluido el Ejército Mexicano-- implementaron un intenso operativo para desalojar a más de cuatro mil habitantes de ese núcleo habitacional, el más grande en el municipio de Tlajomulco. Hoy la atención a la emergencia aparentemente se ha relajado. De igual forma ocurre con sus habitantes. Los residentes de la etapa 19, la más próxima al punto de la emergencia, "ya no se acuerdan" del riesgo que corrieron hace unas semanas, cuando la toma de un ducto subterráneo de la empresa paraestatal sufrió un desperfecto cuando era operado para extraerle gasolina de forma ilegal. Para ellos, explica la señora Dominga Rosas, "mientras no huela a nada no hay problema alguno". Aunado a ello, la atención de la autoridad en la zona es mínima. Tanto así que no se acercaron, dice, para confirmarle que ya se iba a levantar el puesto de vigilancia que resguardaban oficiales de Protección Civil de Tlajomulco. Entretanto, los cordones rojos en la zona de alerta yacen en el piso, los montones de tierra con cal siguen ahí, y el aroma a combustible crece entre más cerca se está del punto donde se detectó la toma clandestina que era "ordeñada", y que en una mala práctica de esa actividad, se consumó la alerta que obligó a "vaciar" el fraccionamiento entero. Continúan circulando vehículos "extraños" Eugenia Pérez advierte que hay al menos dos camionetas "azules" que pasan constantemente por la zona, y cuyos conductores no hacen mucho esfuerzo por ocultar los bidones que, supone, llenan en el ducto cuya ubicación ya todos conocen. Previamente, los mismos vecinos de Chulavista denunciaban presencia constante de camiones de Pemex. La paraestatal informó al respecto que no había investigación interna alguna; los ciudadanos presumían que ellos mismos eran quienes consumaban el robo. El sitio antes estaba resguardado por Protección Civil Tlajomulco, instancia que permaneció mucho más tiempo en la zona que el personal de Petróleos Mexicanos. Y en tanto la autoridad no se acerca para confirmar o desmentir, los rumores que surgen son muchos. Uno de ellos indica que, incluso, "les iban a quitar las casas", pues ya se había acordado que "desaparecería toda la etapa 9" del complejo habitacional Chulavista. "Ya no platicamos ni con las personas de Pemex, ni con policías ni el presidente. Aquí ya nadie se ha parado para decir nada, o si fue o si vino". Los olores nocturnos que aún mantenían en alerta a los vecinos, precisa Rocío Corona, han desaparecido a totalidad. Estos solo se perciben en la zona donde se registró la fuga, un espacio que además, es aledaño a una brecha por la que está permitido el paso de vehículos. "Ahorita la verdad no a olido (...) donde si ha olido es en las avenidas, pero no sé si sea por los costales que dejaron (para evitar que la gasolina se filtrara en los canales)". Hace unos días, informa un vecino que pidió no ventilar su nombre, se hizo un reporte por "olores extraños" en la zona, lo que reunió a unidades de distintas dependencias en el punto. Rápidamente confirmaron que no había riesgo alguno. Mientras, hay quienes "ya no duermen con la misma tranquilidad", como Guadalupe Reygada, quien se acuesta pensando que nuevamente su puerta podría sonar, y un oficial de Policía la animaría a salir de inmediato de su domicilio. Y como hay muchos que, dada su condición económica, difícilmente pueden costearse el cambio de domicilio, la única petición que se hace es que sí se mantenga un puesto de mando de las autoridades en las cercanías de la zona que antes era considerada de riesgo.

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