miércoles, 22 de enero de 2014
Daniela Liebman, la mexicana más joven en tocar con orquesta, alista debut en Bellas Artes
Víctor García Esquivel |
Daniela Liebman se dice afortunada por contar con una familia que la apoyó.
Daniela Liebman, pianista de 11 años de edad considerada prodigio como solista y quien debutará el próximo 1 de febrero en el Palacio de Bellas Artes, dice que hay mucho talento musical entre los niños y jóvenes de México, el problema está en la falta de oportunidades. “Pero algo importante y determinante es cuando los padres no fomentan la música clásica entre sus hijos por considerarla como algo irrelevante”.
Liebman, la artista mexicana más joven en tocar con una orquesta y que debutó el año pasado en la sala Carnegie Hall, dice en entrevista telefónica que se siente afortunada por el apoyo que su familia le ha brindado, pues aunque su padre es el violinista Rob Liebman, afirma que también le ha costado trabajo llegar a donde está hoy.
“Saber que soy la mexicana más chica que rompió récord al tocar con la orquesta en México en Carnegie Hall y Bellas Artes es increíble para mí, porque nunca pensé que iba a hacer esto”, pero también aclara que no ha sido fácil, pues se necesita de mucha disciplina.
“No recuerdo lo que sentía cuando escuchaba a mi abuela tocar el piano porque era muy chica, pero mis papás dicen que me emocionaba y también quería tocar, por lo que mi papá me compró un piano eléctrico con el que empecé a practicar desde los tres años todos los días”, cuenta la pianista, quien a partir de entonces no ha dejado el instrumento que tampoco cambiaría por nada.
Se siente afortunada por contar con una familia que la apoyó desde el inicio y la direccionó hacia el gusto por la música clásica, pues considera que “los papás son componentes muy importantes, porque tienen que darle apoyo a sus hijos, darles música, llevarlos a conciertos y comprarles un instrumento, porque de esta forma sus hijos se acercarán y lograrán sentir algo por ella”.
La solista asegura que contrario a lo que mucha gente piensa, la música clásica no es aburrida: todo está en escucharla y disfrutarla, para de esa manera empezar a conocerla y entonces entenderla.
“Y sucede casi lo mismo como músico, pues tocar un instrumento requiere de mucha sensibilidad para oír a los otros. De esta forma uno escucha el suyo, lo conoce, nota sus diferencias entre los otros y lo entiende”, explica.
Para Daniela Liebman algunos retos, propios de su carrera, son la tensión que se presenta cuando hay muchos conciertos programados y entonces hay que aprender a tocar algunas piezas en el menor tiempo posible. Pero afirma que “al final del día el trabajo queda bien, porque es lo que a mí me gusta y para lo que me he preparado”.
Y para esta joven, que gusta de la literatura de terror en sus ratos libres, la música es su mundo: “Yo vivo y respiro música y no sé qué haría sin ella. La música puede hacer y provocar cosas que con palabras no se puede describir. Genera sentimientos… definitivamente no me veo fuera de ella”.
A la música agradece porque “me hizo ver qué hay afuera de México. Darme cuenta de la competitividad que existe y que eso también me ha hecho poner los pies en la tierra”.
Sobre su presentación en el Palacio de Bellas Artes, la intérprete dice que ejecutará Preludio a Apollo et Hyacinthus K.38, de Mozart; Sinfonía no.6 en Re Menor, de Boccherini y Concierto para piano no. 8 en Do Mayor, también de Mozart, del cual dice “me gusta mucho porque es muy bonito y divertido”.
Daniela Liebman se presentará el 1 de febrero en el Palacio de Bellas Artes. Avenida Hidalgo, número 1. Horario: 12:00 horas. Admisión: desde 40 pesos.
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