miércoles, 22 de enero de 2014

Fue necesario aprender a vivir siendo otra: Florence Cassez

Un año después de su liberación, la francesa que estuvo recluida en México por el delito de secuestro, admitió que "a veces tuvo miedo" de salir a la calle a hacer compras. AFP PARÍS.
A su regreso de México, el 23 de enero de 2013, la francesa Florence Cassez decía estar "entre las nubes" e incapaz de "aterrizar". Un año después de su liberación, vive una nueva vida y espera "pasar la página" luego de una difícil adaptación. "Ya aterricé. Dolorosamente, pero aterricé", dice la francesa, presa en México durante siete años por secuestros que siempre negó. "Pasé por todas las etapas. Hubo la euforia de la salida de la cárcel, luego la adaptación a la vida exterior... Tengo la impresión de haber vivido diez años en un año", agregó la ex detenida. En un libro que aparecerá el jueves ("Nada encarcela a la inocencia", Editorial Michel Lafon), Florence Cassez, de 39 años, vuelve ampliamente a contar como fue su detención, así como su salida de la cárcel y su difícil reconstrucción. "En siete años, muchas cosas cambiaron. Fue necesario que volviera a aprender a vivir siendo otra", explicó, confiando que "a veces tuvo miedo" de salir a la calle a hacer compras debido al interés mediático provocado por su liberación. "Ella quería consagrar tiempo a los periodistas, pues la ayudaron mucho en el combate", relató su hermano, Sébastien Cassez. Otra causa de su malestar fue la sospecha de su culpabilidad. "Eso me obligó a escribir el libro, pues quería probar a los que dudaban aun que soy inocente", añadió. Florence Cassez fue detenida el 8 de diciembre de 2005 en una carretera por donde regresaba a la Ciudad de México en compañía de su novio Israel Vallarta. Al día siguiente la policía organizó un montaje televisivo donde se decía que ella era una peligrosa criminal, "Florence la diabólica" ante los mexicanos. "La detención fue dura, pero el linchamiento mediático fue todavía peor", agregó. Liberada por la Corte suprema mexicana debido a las múltiples irregularidades, la pelirroja dice haber "pasado la página". En julio, la joven se casó con un franco-mexicano, Fausto Avila, instalado en los Alpes desde hace diez años y empleado de un grupo hotelero, quien pertenecía al comité de apoyo a Cassez y la visitó en 2009 en la cárcel de Tepepan. Después de varios meses dedicada a la escritura del libro, afirma que busca un empleo. Cassez participa en la elaboración de un guión para una película autobiográfica, realizado por Fred Garson, y cuya filmación comenzará en el próximo otoño. Su ex novio Israel Vallarta, acusado de presunto líder de la banda de secuestradores "Los Zodiaco", sigue detenido en una cárcel de alta seguridad sin haber sido juzgado. "Más allá de mi historia, hay que interesarse en los otros inocentes que siguen en la cárcel en México. Hay muchos inocentes presos en ese país", dice Florence Cassez.

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