miércoles, 8 de enero de 2014
La chispa de ... Oriol Malló Vilaplana
Sobre el periodismo en México, y a raíz de un post de Oscar Balmen, unos pertinentes comentarios de Béla Braun:
"Si viviéramos en un país donde la revelación de una trama de corrupción, impunidad y delincuencia organizada ocasionara destituciones, arrestos, cambios en las leyes o, por lo menos, movilizaciones sociales, te diría que un reportero tendría que estar dispuesto a poner en riesgo su vida mediante el ejercicio profesional de su trabajo. Pero no es el caso. En México puede revelarse cualquier asunto sin que por ello se produzcan transformaciones reales o se imparta justicia: se sabe que el narcotráfico está infiltrado hasta la presidencia de la república, hay gobernadores que encubren actividades tan atroces como la trata de personas, tuvimos un secretario de Seguridad Pública que fabricó casos y encarceló inocentes, etc. ¿Y...? Nada. No vale la pena arriesgar una vida mientras la gente esté tan dormida, tan resignada que resulte inconmovible. Sigue haciendo tu trabajo ponderando los riesgos y no te sientas mal por rechazar asignaciones excesivamente peligrosas. Recuerda que los propietarios de los medios masivos son igual de corruptos que los gobernantes y forman parte del negocio trasnacional del crimen, la intimidación, el lavado de dinero y la violencia que mata a sus propios reporteros".
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