miércoles, 8 de enero de 2014
La veracidad de la historia de la 'niña suicida' afgana, un reto periodístico
AFP / AFGHAN BORDER POLICE
La historia de una niña afgana que fue detenida con un chaleco cargado de explosivos a principios de esta semana conmovió al mundo. Sin embargo, los detalles del suceso resultan confusos e incluso contradictorios.
La menor, supuestamente de ocho años de edad, fue detenida frente a una comisaría de Policía de la provincia afgana de Helmand. Al parecer, el padre y el hermano de la pequeña la obligaron a convertirse en una terrorista suicida, pero el plan falló y la niña no se inmoló.
De acuerdo con el diario británico 'The Guardian', la desgarradora historia presenta, sin embargo, demasiados interrogantes y se desconoce qué fue lo que ocurrió exactamente en ese remoto lugar que hace frontera con Pakistán donde sucedieron los hechos.
Tras la detención, en las redes sociales comenzaron a circular fotos de la menor. También se difundió un vídeo en el que aparecía ella misma explicando cómo fue obligada a perpetrar el fallido ataque.
"Mi hermano me puso el chaleco de explosivos y me obligó a cruzar de noche un río para hacerme volar por los aires", dijo la niña, cuya edad varía dependiendo del medio de comunicación entre 8, 10 o 12 años. No obstante, según plantea el rotativo, los explosivos del chaleco resultaron dañados cuando la niña cruzó el río y se mojó la ropa.
El Ministerio del Interior aseguró que la pequeña llevaba el chaleco cuando fue detenida, pero no hay ni una solo foto que lo pruebe. Además, el portavoz del jefe de la Policía de Helmand dijo que la niña fue hallada sin esa prenda, ya que sus hermanos se la quitaron cuando empezó a quejarse del frío que tenía.
De acuerdo con la agencia de noticias afgana Pajhwok, la niña dijo que su familia la había acusado de mantener relaciones ilícitas con agentes afganos.
"Es difícil imaginar cómo una chica de una familia vinculada a los talibanes caería en manos de la Policía", indica el periódico británico, que agrega que en los vídeos los menores son especialmente propensos a decir lo que creen que los adultos quieren escuchar.
El lugar donde sucedieron los hechos, una remota localidad afgana, supone otro gran desafío para los periodistas, que difícilmente podrán conseguir un testimonio realmente fiable del suceso, añade 'The Guardian'.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario