martes, 15 de abril de 2014

Bajo la Plaza de la Constitución, el vestigio del primer monumento a la independencia

Reyna Paz Avendaño | Parte de un monumento a la Independencia que ordenó construir Antonio López de Santa Anna, así como los cimientos de un kiosco y de varios jardines, son los vestigios que existen debajo de la Plaza de la Constitución y que fueron descubiertos cuando en noviembre de 1983 se colocó el asta para la bandera nacional en el Zócalo capitalino.
Las excavaciones arqueológicas realizadas hace 31 años, revelaron la presencia de un basamento con altura conservada de un metro que, tras su liberación, se infirió que formó parte de una estructura de planta circular de 35 metros de diámetro. “El basamento corresponde al zócalo que fue construido en 1843 por el arquitecto Lorenzo de la Hidalga por orden del entonces presidente Santa Anna para erigir un monumento conmemorativo de la Independencia de México, en el mismo lugar donde estaba el monumento a Carlos IV, conocido como El Caballito y su balaustrada, los cuales fueron desmantelados y retirados tras el movimiento independentista”, señala un informe del INAH en poder de Crónica. El monumento quedó inconcluso y lo poco que se construyó, detalla el documento, sirvió durante el periodo de la intervención norteamericana –en la década de los cuarentas– como base de una fuente y posteriormente, en 1878, como base para el kiosco (de hierro y hecho en París) donado a la ciudad por el empresario ferrocarrilero Antonio Escandón. De acuerdo con el INAH, entre la construcción del basamento y la colocación del kiosco, el zócalo se mantuvo expuesto y fue foco de atracción, por lo que al arribo de Maximiliano de Habsburgo en 1864, se retoma el proyecto del monumento a la Independencia, así como la creación de jardines en la Plaza de la Constitución para el esparcimiento y descanso de la población. ESTATUA PERDIDA. Pero la idea de edificar un monumento independentista siempre fue interrumpida, ya que tras el fusilamiento de Maximiliano de Habsburgo en 1867, esta obra quedó nuevamente inconclusa. Los trabajos de ingeniería hechos en el zócalo que sí concluyeron durante el segundo imperio de Maximiliano de Habsburgo fueron: los andadores que delimitaban varios jardines, construcciones que aun están bajo la Plaza de la Constitución. “Como parte del atractivo del zócalo, se construyeron andadores entre los jardines, de los cuales, es posible que se conserven evidencias, ya que durante la intervención arqueológica, a una profundidad de 66 centímetros, se encontraron restos de apisonados –apretar o allanar la tierra- que probablemente correspondan a tales elementos, con una cronología que data, por lo tanto, del Segundo Imperio”, precisa el informe. Después, con la llegada de Benito Juárez a Palacio Nacional en 1867, tras cuatro años de lucha contra la intervención francesa y el gobierno monárquico de Maximiliano, ordenó la colocación de una estatua en honor a su victoria, hoy extraviada. “Con la celebración de su triunfo, se colocó una estatua que simbolizaba la victoria en el mismo zócalo, de la cual se desconoce su destino final”, se lee en el documento del INAH solicitado vía transparencia. ASTA. Las excavaciones arqueológicas en la Plaza de la Constitución comenzaron el 7 de noviembre de 1983, pero aquellas destinadas al registro y salvaguarda de evidencias arqueológicas en el área específica del asta bandera, comenzaron hacia el 29 o 30 de noviembre del mismo año. La intervención del INAH inició con un pozo de sondeo de dos por dos metros al centro de la plaza, en el que, a los 20 centímetros de profundidad, quedaron expuestos restos de una estructura arquitectónica de mampostería. Fue ahí, donde se descubrió el basamento construido con bloques de cantera unidos con mortero que formaban un cajón. “Asimismo, se descubrió un emparrillado de vigas de madera que fue utilizado para la cimentación del basamento, sistema cuyo uso era común en la época del virreinato para la cimentación de edificios muy pesados”, detalla el informe. Los trabajos arqueológicos con motivo de la construcción del asta bandera, sucedieron durante el último trimestre de 1983, dentro del marco del proyecto de construcción de la Línea 8 del Sistema de Transporte Colectivo Metro, bajo la dirección de la Comisión de Vialidad y Transporte Urbano, con la ejecución de las obras a cargo de una compañía filial a ICA Internacional.

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