martes, 15 de abril de 2014

Simon de Beauvoir, el feminismo a 28 de años de su ausencia

Por Érika Paz / Hace 65 años, Simone de Beauvoir publicó la primera edición de la considerada “Biblia del feminismo”: El Segundo Sexo (1949), obra considerada un hito en la historia de la cultura humana. Hoy se cumplen 28 años de la muerte de esta mujer, filósofa, feminista, socialista y por unos años, también comunista.
Simone de Beauvoir nació en París, el 8 de enero de 1908, participó en el movimiento por la independencia de Argelia y encabezó manifestaciones feministas en la década de 1960, escribió y dirigió múltiples críticas al gobierno francés por la intervención en Vietnam, así como a la política imperialista de Estados Unidos. En los 70 funda la Ligue du droit international des femmes (Liga por el derecho internacional de las mujeres) y dirigió la Comisión sobre mujer y cultura en el ministerio de Asuntos de la Mujer. Con el objeto de hacer público lo que sucede en el espacio privado, Simone firma y publica junto con 342 mujeres el “Manifiesto de las 343”, en el que reconocían haber abortado alguna vez, una acción para desmantelar la hipocresía de la sociedad, en la lucha por la legalización del aborto en Francia, acción que más tarde fue retomada por mujeres en diferentes partes del mundo. Formó parte del Movimiento de Liberación de la Mujeres, fue integrante del Congreso del Movimiento de la Paz y criticó la intervención rusa en Budapest. Entre sus novelas se encuentran La Invitada (1943) en la que aborda los dilemas existencialistas de la libertad y la responsabilidad individual, temas que retoma en La sangre de los otros (1944) y Los mandarines (1954). De sus ensayos destacan La Vejez (1970), en el que critica la marginación y el ocultamiento de la ancianidad; La ceremonia del adiós (1981), en la que evoca a su compañero de vida, Jean Paul Sartre, pero sin duda El Segundo Sexo es el más leído alrededor del mundo. En este libro, Beauvoir muestra cómo las características humanas consideradas femeninas son construidas social y culturalmente, mas no se derivan “naturalmente” de sus características fisiológicas. En esta obra acuña la conocida frase: “No se nace mujer, se llega a serlo”. En una entrevista –años después de publicar El Segundo Sexo–, Simone expresa: “la situación actual no es nada buena para las mujeres. Incluso creo que es peor que cuando escribí El Segundo Sexo. Cuando lo escribí, tenía una gran esperanza en que la condición de las mujeres iba a cambiar. Es lo que digo en el final del libro. -Espero que algún día este libro sea obsoleto- Y por desgracia, no lo está. “Se dice que es obsoleto, pero por las razones inversas. Yo creo que las mujeres tienen que lograr una emancipación radical, total, que las haga realmente iguales a los hombres y esta emancipación sólo puede lograrse a través del trabajo. Es necesario que las mujeres trabajen de manera universal. Que el trabajar sea igual de normal para ellas, para que las mujeres puedan sentirse profundamente iguales a los hombres, tanto en el plano intelectual como en el plano psicológico y moral. Sólo así podrán conseguirlo y tener responsabilidades económicas, políticas y sociales equivalentes”. Algunas de sus frases que han trascendido en los movimientos feministas internacionales: "El hombre se define como un ser humano y la mujer como una mujer. Cada vez que se comporta como un ser humano se dice que imita al hombre". "No se nace mujer, se llega a serlo". "Toda opresión crea un estado de guerra, esto no es una excepción". "La vida de uno tiene valor en tanto que uno atribuye valor a la vida de los demás, por medio del amor, la amistad, la indignación, la compasión".

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