Obama consintió utilizar fallos en seguridad en Internet

Redacción Revolución Seguramente en la semana escucharon hablar del Heartbleed, un fallo en la biblioteca criptográfica OpenSSL, en la que se basan la mayoría de conexiones seguras en Internet. El cual permite que la información protegida por los métodos de cifrado SSL/TLS pueda ser robada.

Pese a que el Heartbleed se dio a conocer el 7 de abril, este bug tiene al menos dos años rodando y, posiblemente, personas con conocimiento en la materia pudieron haberlo utilizando para conseguir información personal, corporativa o institucional. Con el Hartbleed es posible cifrar el tráfico de usuarios, sus nombres, contraseñas, afectar páginas web, conocer, información encriptada, transacciones bancarias o en tiendas on line, claves de redes sociales, mensajería instantánea, etcétera. Hoy el diario, New York Times, dio a conocer que el mandatario estadounidense, Barack Obama, autorizó, por un lado a la Agencia de Seguridad Nacional (NSA, por sus siglas en inglés), a utilizar fallos de seguridad en ciertos casos y en algunas circunstancias, y por otro, pero no menos importante, Obama respaldó mantener ocultos estos bug’s, del conocimiento público. De comprobarse tal información proporcionada por fuentes oficiales al diario neoyorquino, vulneraron la seguridad de cientos de miles de millones de usuarios de internet ante ataques criminales, pero también representa un agravio a la privacidad de personas, organismos, empresas e, incluso, gobiernos en todo el mundo. El hecho de haber utilizado este tipo de bugs, es justificado por el gobierno estadounidense, señala el New York Times. Sin embargo, hace unos días, Washington desmintió que conocía el agujero de seguridad Hearbleed y que pudiera haberlo utilizado para sus intereses. Sin embargo, los documentos del analista Edward Snowden señalan que la NSA llevaba al menos dos años tratando de hacer lo que el heartbleed por error hizo. Con esta información dada a conocer recientemente, la confianza en la Agencia que tanto le ha costado a Obama recuperar –luego de que se revelaran los espionajes a las mandatarias de Alemania, Angela Merker, y Dilma Roussef de Brasil, asi como al mexicano Enrique Peña Nieto– recibe un duro revés.