martes, 5 de agosto de 2014
El 30% de los mexicanos no tendrá agua en el 2030
Rodrigo Hernández López.
Si no se modifica el uso indiscriminado del agua el 30% de los mexicanos sufrirá el “estrés hídrico”, por problemas de desabasto de agua, este riesgo fue señalado por Gerardo Gaudiano Rovirosa, presidente de la Comisión de Recursos Hidráulicos de la Cámara de Diputados.
Desde 1990 hasta el 2013, no tuvieron acceso al agua potable 10 millones de personas que vivían en Coahuila, Colima, Tlaxcala y Aguascalientes.
Desde 1990 hasta el 2013, 10 millones de personas no tuvieron acceso al agua potable, principalmente en zonas como Aguascalientes, Coahuila, Colima, Tlaxcala y el Distrito Federal.
Por ello Gaudiano ha anunciado que pronto habrá un nuevo marco jurídico con la iniciativa de la Ley General de Aguas, que entre sus novedades contempla la creación de una Contraloría del Agua, que buscará castigar a los funcionarios que no realicen su trabajo y resolver el desabasto del vital líquido en el país.
Se espera que también sea regulada la parte la sobre explotación de acuíferos en la nueva ley, pues de 650 acuíferos en el país, más de 100 presentan problemas de alta contaminación y en 15 hay introducción salina.
Puebla es uno de los estados más vulnerables de la crisis del agua en México, pues de acuerdo con estimaciones del Instituto Municipal de Planeación (Implan), del 2000 al 2009 la disponibilidad media anual del agua subterránea disminuyó un 73%.
El Sistema de Aguas de la Ciudad de México (Sacmex), cada año realiza un promedio de 26 mil reparaciones de fugas en tuberías de agua potable, y de acuerdo con un informe del 2013 se registró una disminución en la inversión de sustitución de tuberías pues en 2007 se invirtieron 528 millones de pesos para el remplazo de 442 kilómetros de la red, pero en el 2011 únicamente se modificaron 15 kilómetros.
Tan sólo en 2012 el valor del agotamiento del agua subterránea fue equivalente a 1.5 veces el costo de la construcción de la Línea 12 del Metro de la capital del país.
El gobierno federal y los gobiernos locales se enfrentan a un problema inminente, pues la lucha por el agua se sumará a los diferentes problemas de inseguridad y desempleo que vive el país.
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