miércoles, 24 de septiembre de 2014

Llega al DF impresión 3D pública

3D Lab Fab & Café ofrece en la colonia Roma esta tecnología con tarifas accesibles
Fotos: Quetzalli González. En la colonia Roma, un muro de diez metros de alto anuncia una revolución: el 3D Lab Fab & Café, que posiciona a la impresión en este formato como un estandarte de la modernidad. Seis impresoras dan servicio en esta cafetería sui generis, que pone la tecnología al alcance de diseñadores, arquitectos y también gente sin conocimiento de la misma. El concepto, ideado por el argentino Rodrigo Pérez Weiss, incursiona en el país con el objetivo de democratizar la fabricación de artículos en tercera dimensión, ya que en ese espacio también se darán talleres y asesorías. “Cualquier persona con sólo una idea y ganas de hacer algo por medio de esta tecnología puede fabricarlo, esto hace que comunidades creativas sean como polos de atracción para todo lo que tiene que ver con la computación, la programación y también con el diseño y la fabricación digital. México es uno de los lugares más importantes de Latinoamérica sin lugar a duda y entendíamos que era el lugar para abrir nuestro negocio emblema un año después de haber abierto en Buenos Aires”, dijo Pérez en entrevista con Excélsior. Sólo basta tener una idea, llevar el diseño en una memoria USB e imprimirlo en el mismo espacio y, mientras esperan, pueden disfrutar de un café. Los costos para imprimir en plástico van desde 100 hasta 300 pesos por hora, aunque si la impresión es en cerámica y a color se hace un presupuesto. Esto permite reducir el precio de imprimir en 3D, que en fábricas y talleres visitados por diseñadores independientes ronda los mil 600 pesos por hora. “La idea de hacerlo en una cafetería es quitar un poco el paradigma de que la impresión 3D es sólo para las grandes corporaciones”, explicó Pérez, a quién le motiva ser evangelizador sobre las ventajas de esta tecnología. Más servicios El 3D Lab Fab & Café quiere agregar a su portafolio de máquinas, las cuales también vende, dos de ellas fueron creadas en el país, con las cuales se pueden crear figuras de todo tipo, desde personajes de Star Wars hasta pequeños avatares de personas, los cuales, según Pérez, son de los productos que más llamarán la atención. En la terraza del café hay dos impresoras de color rosa de la marca 3D Systems; adentro una holandesa Leap-frog, una argentina Kikai, además de la Projet 460 Plus y la Cubex Duo, que están repartidas a un lado de la barra, donde se puede leer el menú con una amplia variedad de opciones y a unos pasos de las mesas. Al fondo del local hay un escáner para hacer las figuras humanas a escala, en caso de que no se tengan los planos del objeto a imprimir, pero además Pérez planea adquirir una impresora para alimentos. Franquicias internacionales El empresario argentino ve a México como punto de expansión hacia otras ciudades en América Latina, donde quiere llegar bajo un modelo de franquicia, con un costo que ronda los 20 mil dólares e incluye un portafolio reducido de impresoras, con un retorno de inversión de alrededor de dos años. Por lo pronto, ya se están concretando locales en Asunción, Paraguay, y Porto Alegre, Brasil. La meta es que en tres años las cafeterías estén en las ciudades más importantes de la región, aunque prevé cerrar tratos en Moscú, Rusia, y Tel Aviv, Israel, más adelante. “Lo importante para nosotros es difundir, difundir y difundir. Mostrar lo que hacemos a la mayor cantidad de gente posible. En Argentina muchos estudiantes van a usar las máquinas para sus proyectos en la facultad, así se hace un círculo virtuoso de gente que se va metiendo a este mercado”, agregó Pérez Weiss. Así, quienes visiten el café no sólo podrán materializar sus proyectos, sino que podrán disfrutar de un café, una cerveza, pizzas y otros platillos.

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