miércoles, 17 de septiembre de 2014

Sugerirán a Obras quitar topes; los autos contaminan 10 veces más

Manuel Espino Bucio | LA CRÓNICA DE HOY.
Un estudio de la UNAM revela que en lugar de favorecer contribuye a la contaminación. El secretario de Ciencia, Tecnología e Innovación del Distrito Federal, René Drucker Colín, afirmó que sugerirán a la Secretaría de Obras y Servicios (Sobse) elaborar un programa para retirar poco a poco los topes de las vialidades de la ciudad. Esto, luego de que un estudio elaborado por el Centro de Investigaciones de la Atmósfera de la UNAM, a petición de la Secretaría de Ciencia, Tecnología e Innovación, reveló que los reductores de velocidad en la ciudad provocan que los vehículos emitan 10 veces más emisiones contaminantes de Dióxido Carbono (CO2) al año. “Ya está el estudio, ya se demuestra el pésimo impacto que tienen los topes en la contaminación y en la salud. Ahora lo que hay que hacer es un programa para ir retirando los topes en la ciudad, pero eso no le corresponde a la Secretaría de Ciencia, Tecnología e Innovación”, indicó. En entrevista, Drucker Colín consideró que se debe hacer una estrategia que incluya sanciones a los automovilistas que no respeten a los peatones. “En unas tres semanas vamos a hacer una presentación del estudio”, indicó. Hace unas semanas, el también científico de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) explicó que compararon el gasto de combustible de los automóviles en un crucero del sur de la capital con y sin el obstáculo vial. “En una hora circularon 930 autos. El consumo de combustible con el tope fue de 503 litros y se emitieron 9 mil 314 gramos de dióxido de carbono, mil 850 gramos de oxido de nitrógeno y sin el tope el combustible utilizado pasó de 503 a 26 litros y se emitieron 218 gramos de co2 y 42 de oxido de nitrógeno”, explicó. Y agregó: “Debido a la presencia de un tope en el Eje 10 Sur las emisiones vehiculares extraordinarias anuales, fueron de 10 mil 500 kilogramos de óxido de nitrógeno y 16 mil kilogramos de otros contaminantes”. Lo anterior, detalló Drucker Colín, se debe a que una vez que se cruza el tope en cualquier vialidad de la ciudad, el conductor vuelve a acelerar y con ello se consume más combustible. “La mayoría de los topes convencionales, además de alteraciones a la vialidad, ocasionan que los conductores detengan su marcha y arranquen nuevamente situación que exige un mayor consumo de combustible, lo que eleva la contaminación”, recalcó. En ese sentido, afirmó que en el Distrito Federal existen alrededor de 30 mil reductores de velocidad, muchos de los cuales son innecesarios. “Tenemos una gran cantidad de topes que son totalmente inútiles, pero en el fondo sirven porque obligan a los conductores a pararse para que la gente pueda pasar las calles, sin embargo eso es como vivir en la época de las cavernas porque se deben respetar las normas elementales de la convivencia social”, sostuvo.

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