domingo, 16 de noviembre de 2014

Las violadas de Xonacatlán

Contabilizan 28 ataques; 26 en la colonia Emiliano Zapata y dos en San Antonio. El Sol de Toluca- RODRIGO MIRANDA TORRES . "¡Me robaron y me violaron!", gritó desesperada a su hermana al llegar a su domicilio ubicado en la colonia Emiliano Zapata, el 13 de febrero, por la noche. De inmediato, varios vecinos salieron y recorrieron la zona, pero no fue posible la detención del violador serial, conocido inclusive por la policía municipal con el sobrenombre del "Policleto", quien desde principios de año ha sembrado el terror en los municipios de Xonacatlán y Otzolotepec, pues lleva más de 40 ataques sexuales. Fue la noche de aquel día cuando comenzaron a desencadenarse las agresiones, gritos de jovencitas alertaban a los vecinos, quienes salían desesperados a su búsqueda, pero siempre los evadía. "Ya cayó otra más", decían los pobladores al tiempo que se preguntaban ¿Y la policía? "No llegaba Jaque de trabajar y eso me preocupó, pero bueno... Mi hermana era una pata de perro, 'ya vendrá', pensé", narró la hermana de la primer víctima, aquel día de febrero de este año. Con gritos desesperados, por fin llegó. Eran las 21:35 cuándo exclamó: "¡Me asaltaron y me violaron!, me llevó a la unidad deportiva y en el frontón me violó". Dicha unidad está, por cierto, en el abandono total. Cuenta con tres salidas y es el lugar preferido de personas que van a drogarse, ya por la noche se vuelve un sitio perfecto para delinquir, ambiente que aprovechó el violador serial para someter a varias de sus víctimas. "Cuando hay jóvenes jugando básquet, los últimos son quienes tienen que apagar las lámparas que medio iluminan la cancha. Las autoridades se desatienden del lugar, nadie se hace cargo de darle mantenimiento", expresaron vecinos. "A las 09:10, bajé del camión y tomé la calle oscura para llegar a mi casa, casi a la mitad del recorrido, un sujeto a bordo de una bicicleta de montaña me saludó. -Buenas noches- me dijo, y le contesté. Ya a un lado de mí, me preguntó: -Oiga, ¿conoce a Goyo? -No, no lo conozco.- le contesté con enojo. Sacó un arma de fuego y con palabras altisonantes, me dijo amenazante: -Esto es un asalto, dame todo lo que traes- y me llevó al interior de la Unidad Deportiva. Una vez dentro, me quitó mi bolso, en el que llevaba 500 pesos y mi celular. Con groserías, me llevó al frontón y ya ahí: -Quítate la ropa o aquí te trueno- me dijo" -No, no- le supliqué.- Llévese todo lo que tengo, pero no me haga eso. -Anda, no te hagas pen..., quítate la ropa o aquí te mato, amagó el sujeto". Una vez que se quitó la ropa, el sujeto la obligó a que le practicara sexo oral. "Salió como tres veces, a ver si no pasaba nadie, pero regresaba y me continuaba violando". "Al final, sacó un papel de baño que yo llevaba en mi bolso y se limpió. Al día siguiente, regresaron mis familiares y ya no encontraron nada", comentó primera la afectada. Al día siguiente, los gritos de otra jovencita que vive a escasos metros de la primera de las víctimas, alertó a vecinos. Había caído otra más. También a ella le había pasado lo mismo y en el mismo lugar, la Unidad Deportiva. Y así, una a una, caían en distintos puntos de la colonia y pese a las denuncias realizadas, no había respuesta de las autoridades, por lo que los pobladores se organizaron y decidieron cazar al violador. Operativo ciudadano frustrado Cansados de los ataques sexuales, vecinos de la colonia Emiliano Zapata se organizaron y en una noche planearon su propio operativo para lograr la captura. "Recuerdo esa noche", platicó un vecino, "nos organizamos todos los de este barrio, unos se subieron a tinacos, otros en arbustos y otros más en la calle. La hermana de una de las víctimas era el señuelo, ella llevaba un gas lacrimógeno y la idea era que una vez el violador la abordara, le iba a rociar el gas y después iba a gritar, en esos momentos, lo coparíamos". Aquel día, narró con coraje la hermana de la víctima, "ya lo teníamos, pero un operativo policíaco nos echó a perder todo, las patrullas llegaron con sus torretas prendidas y todo se vino abajo. Ya habíamos pactado que lo íbamos a matar y se lo echaríamos a los perros, pero bueno... No lo logramos, creo que se burló de nosotros", añadió. Esa misma noche, el violador hizo su aparición y mancilló a otra jovencita, en otra zona. "Pinches policías, nos arruinaron todo y el violador se salió con la suya, violó a otra jovencita ese mismo día", explicó un vecino. Tras la alerta ciudadana, el violador se movió de colonia y comenzó a aparecer en el barrio de San Antonio, del mismo municipio. Ahí, violó a una joven que había llegado de trabajar y con el mismo modus operandi, abusó sexualmente de la mujer. "Lo denunciamos a los policías y aunque efectuaron operativos, nunca lo agarraron. Yo misma, en una ocasión, me salí a buscarlo, quería caparlo, pero bueno, nunca me lo encontré de frente", dijo la familiar de otra de las víctimas. El recuento de víctimas Una vez que el rumor del violador se extendió, las víctimas se reunían una a una, con el fin de sumarse a los reclamos y exigir vigilancia policíaca, así como operativos en la zona, pero principalmente su detención. "Muchas nos buscaban y platicaban su terrible vivencia, era el mismo violador, todas coincidían e inclusive en bola acudimos a la subprocuraduría para la Atención de Delitos Vinculados a la Violencia de Género de la PGJEM, ahí iniciamos la denuncia correspondiente". En total, comentó la denunciante, contabilizaron 28 ataques sexuales, de estos, 26 se registraron en la colonia Emiliano Zapata y dos más en San Antonio, "por lo que nos platicaron las víctimas, porque conversamos con varias de ellas, en algunos casos no las violaba, pero si las obligaba a hacerle sexo oral, aunque estuviera el novio o el esposo presente, pues los encañonaba con el arma", agregó. En uno de tantos casos, mencionó, perdonó a la joven porque estaba embarazada, "ella misma nos contó y nos dijo que cuando la tenía a su disposición, vio que estaba embarazada y enojado le dijo: 'Pinche vieja, házmelo oral, anda'". Cabe señalar que después de tantas agresiones sexuales y el enojo de la población, el violador emigró al municipio de Otzolotepec, específicamente en Villa Cuauhtémoc, donde se prevé también que fue el autor de más de 20 ataques. De hecho, el 25 de octubre, pobladores de Otzolotepec intentaron linchar a dos jóvenes, a quienes confundieron con el violador. Al final, terminaron quemando al palacio municipal, pues lamentablemente no era el violador serial. Los detenidos Ante la presión social ejercida, la policía municipal logró detener a por lo menos tres sujetos -entre ellos un policía municipal de Xonacatlán, quien sigue preso-, pero no se les pudo comprobar los ilícitos e inclusive fueron descartados por las víctimas. "Nos mandaban llamar a la presidencia y nos decían 'parece ser que ya lo agarramos', pero resultaba que no era. Uno de ellos era un jovencito que traía una bicitaxi, pero no fue reconocido por las víctimas y lo dejaron ir. El chavo es de aquí y no creo que sea él", expuso la hermana de una de las afectadas. "Yo creo que le ayudan al violador, a lo mejor alguien le pone a sus víctimas, pero bueno, lo cierto es que todas coinciden en lo mismo, se trata del mismo tipo", comentó una de las víctimas. Uno de los detenidos fue identificado con el nombre de Daniel Cruz Rubio, policía activo que fue asegurado en un pase de lista y que hasta el momento permanece recluido en el penal de Lerma. "Ya les dije a los policías, agarren al violador y nada más póngamelo desnudo, eso nunca se me va a olvidar", señaló una víctima. ¿Y la PGJEM? Aunque la Procuraduría General de Justicia del Estado de México (PGJEM) dice desconocer la existencia de denuncias, le encargaron el caso a un comandante de nombre Fidel, quien estuvo trabajando junto con varias afectadas, pero después le dio "carpetazo" al asunto. "El comandante estuvo viniendo muy seguido, tenía calendarizados los ataques e inclusive dimos algunos rondines, estaba muy interesado, pero luego se olvidó del caso, siempre que le llamaba, me decía que estaba en otros asuntos y mejor ya no lo molestamos", dijo la hermana de una de las afectadas. También, comentó otra familiar, "si vino un comandante, no recuerdo su nombre, pero estaba muy interesado, después me pidió dinero y le dije que por eso le pagaban, desde ese día no lo volví a ver". Últimos ataques La migración del violador serial a Otzolotepec dejó en calma a Xonacatlán sólo por algunos meses, pues según información obtenida por este diario, el día 2 de noviembre, una mujer se salvó de las garras del atacante sexual, luego que en una calle oscura de la colonia Emiliano Zapata, intentó jalar a una mujer. "Ya estamos hartas, si sabemos que anda por aquí, lo vamos agarrar. Seguro que no lo vamos a dejar vivo, lo vamos a capar y después se lo vamos echar a los perros, ya les avisamos a los policías, eh", señaló encolerizada una de las víctimas

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