lunes, 22 de diciembre de 2014
Título no garantiza un buen empleo; 40% acaba en una rama diferente a la que estudió
Las empresas requieren profesionistas con algún plus; no es suficiente con dominar un idioma, también deben tener habilidades sociales y sicológicas, entre otros requisitos
Lilian Hernández - Excelsior.
Japón encabeza las patentes en telecomunicaciones y electrónica. EU destaca en la industria farmacéutica. México tiene bastantes patentes en el área mecánica, sobre todo en diseños industriales y herramientas.
Actualmente tener un título profesional ya no garantiza que el profesionista obtenga un buen empleo, sino que es necesario tener habilidades que den un plus para ser contratado en puestos mejor remunerados.
Además de saber inglés, chino o alemán, las empresas piden que los aspirantes a una vacante tengan tolerancia a la frustración, usen su sentido común, tengan capacidad de análisis, sepan trabajar en equipo, tengan seguridad en sí mismos y muestren una excelente capacidad de comunicación, pues quienes carecen de esas habilidades básicas tienen menos oportunidad de quedarse con el empleo.
A ello se suma que cada vez las empresas piden más especialización en determinado trabajo y a que en ciertas áreas hay mayor competencia por la saturación de profesionistas, y entonces los más hábiles son quienes consiguen el contrato, mientras que 40% de ese sector termina dedicándose a otra actividad económica porque no logra insertarse en el mercado laboral en empleos ligados a su carrera profesional.
La gerente de vinculación académica de la empresa de reclutamiento Manpower México, Ana Mascarúa, aseveró que gran parte del desempleo entre profesionistas se debe a que hay falta de talento y porque no saben utilizar las habilidades básicas del ser humano y por ello el título es insuficiente.
“Tener un título ya no es suficiente. Quizá hace muchos años el tener un título era un plus, hoy ya no lo es; hoy tener un título es un paso más, es como un escalón más para tener una carrera profesional exitosa, pero hay muchos escalones más que subir y dentro de ellos es seguir capacitándose, el aprender a aprender, el que no nos quedemos únicamente con lo que la universidad nos da, sino que hay que ir más allá”, puntualizó.
En ello coincidió el director general de Educación Universitaria de la SEP, Salvador Malo, quien al hacer una comparación con los profesionistas que salían de las universidades hace tres décadas con los de la actualidad, afirmó que la situación hoy en día para los egresados es más difícil, porque no les asegura su futuro profesional.
Antes, recordó, quien tenía una carrera profesional no sólo era privilegiado por obtener un empleo bien pagado y estable, sino porque además era contratado con mayor rapidez que ahora, pero hoy “una licenciatura ya no es garante de tener un buen empleo. Es garante de un mejor salario que si no tuviera la licenciatura, pero no un trabajo bien remunerado”.
En ese sentido, tanto la gerente de la agencia reclutadora líder en el mundo por colocar a profesionistas en el mercado laboral como el funcionario de la SEP, aseguraron que si bien un profesionista puede ganar más que alguien que sólo estudió bachillerato, eso no garantiza que consiga un buen empleo.
Desde la perspectiva de Manpower, un grave problema es que “hay una gran escasez de talento, porque los profesionistas que acuden por las vacantes no reúnen lo que requieren las empresas y ello ocasiona una brecha entre la oferta y la demanda desde hace varios años”, señaló Ana Mascarúa.
Pero el problema no sólo es la falta de talento entre los egresados. El especialista en educación superior del Instituto de Investigaciones Sociales de la UNAM, Roberto Rodríguez, defendió a las instituciones señalando que si el desempleo entre profesionistas se ha elevado es porque las condiciones que ofrece el país son precarias.
“El desempleo o que no se ocupen en lo que estudiaron no depende de la calidad de las instituciones, sino de las condiciones del mercado, que hoy está bastante deprimido”, y por ello los jóvenes son los más afectados.
Enfatizó que el desempleo juvenil “ha crecido a galope”, de modo que hasta los profesionistas con maestría o doctorado tienen dificultades para una inserción laboral satisfactoria, y por ello se estima que menos de la mitad de los profesionistas titulados logran obtener un trabajo en tres meses.
“Este deterioro laboral es consecuencia, sobre todo, del bajo ritmo de crecimiento alcanzado por la economía mexicana en un contexto de crisis económicas recurrentes, como la de 2008-2009”, indica el Diagnóstico del Mercado Laboral de Profesionistas en México, elaborado por la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior (ANUIES).
Al respecto, el académico de la UNAM Javier Mendoza reprochó que se les tache a las universidades de “fábricas de desempleados”, porque la escasez de trabajo no puede reducirse a que hay exceso de egresados y falta de talento, sino que la situación económica del país es poco favorable para darles la oportunidad de emplearse.
Sin embargo, el Diagnóstico del Mercado Laboral de Profesionistas en México acepta que si bien las universidades no preparan a los jóvenes sólo para obtener un empleo, sí es necesario “lograr una correspondencia entre las habilidades y competencias de los profesionistas con los requerimientos de habilidades y competencias que reclaman las ocupaciones”.
Sobre ese aspecto, el director general de Educación Universitaria de la SEP señaló que para lograr esa correspondencia las instituciones están obligadas a mejorar sus métodos de enseñanza, porque gran parte de las deficiencias que hay entre los egresados es que cursaron una carrera bajo un esquema “anticuado”.
“Se sigue enseñando a la antigüita, y en la medida en que sigamos así estaremos preparando personas que no entran al mercado laboral. Y aunque se puede decir que las universidades no tienen que preparar para el mercado de trabajo, sí es necesario que tengan habilidades para colocarse en un empleo”, subrayó Malo.
Radiografía
Tener una licenciatura facilita encontrar trabajo, aunque no siempre será bien pagado.
El 15% de la población ocupada en México es profesionista, equivalente a 7.5 millones de personas.
El salario promedio de un profesionista es de entre nueve mil 500 y nueve mil 900 pesos al mes.
El sueldo general promedio en México es de 4 mil 900 pesos. Ello muestra que una licenciatura mejora el ingreso, pero no garantiza un empleo bien remunerado.
De 2012 a la fecha, 40% de los profesionistas ocupados trabajan en actividades diferentes a la rama que estudiaron.
80% de los contadores se dedica a su profesión.
85% de los abogados trabajan en empleos vinculados con su profesión.
Entre 50 y 60% de los administradores se dedica a lo que estudiaron.
Indispensable, dominar otro idioma
Hoy en día una de las carencias más recurrentes entre egresados es que todavía son más lo que no dominan ningún idioma, aseveró la gerente de Manpower, y las grandes empresas los que buscan es “que sean bilingües”, por lo que en ese aspecto las universidades se han rezagado, ya que son pocas las que enseñan una lengua extranjera de manera obligatoria a sus alumnos.
Señaló que desde hace más de 10 años las agencias reclutadoras han insistido a las universidades en que ayuden a que sus egresados dominen el inglés, chino o alemán, pero todavía persisten rezagos y ello reduce sus posibilidades de ser contratados.
Ejemplificó que si una empresa necesita a un ingeniero con inglés y experiencia, pero no lo encuentra, porque los aspirantes no tienen el lenguaje, entonces no se le puedo pagar lo mismo y merma el sueldo, de modo que la falta de habilidades demerita los sueldos.
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