viernes, 18 de marzo de 2016
Sedesol llevará cuentas a pobres; emitirá un reporte mensual
EXCELSIOR CIUDAD DE MÉXICO. Los 26 millones de beneficiarios de programas sociales recibirán, por primera vez en la historia, un “Estado de Cuenta Social”, similar al que entregan las Afores, con el monto en pesos o en especie del dinero que los gobiernos federal, estatal y municipal destinan a ellos y a sus familias para superar la pobreza.
El documento, que todavía no tiene un nombre definitivo, se hará llegar mensualmente a todos los inscritos en los padrones de la Secretaría de Desarrollo Social, señaló la subsecretaria Vanesa Rubio.
De acuerdo con el documento “México incluyente”, cuya copia tiene Excélsior, el objetivo es “empoderar a los ciudadanos y obtener datos que reflejen la realidad nacional”.
Además, que puedan calcular sus ingresos totales y no sólo reportar los que reciben por el pago de un trabajo.
Esto permitirá también al gobierno federal contabilizar los ingresos no reportados por transferencias monetarias y en especie.
La Sedesol entregará estados de cuenta
Por primera vez habrá un documento para cada beneficiario, en el cual se informará a detalle cuánto invierte en cada uno y en sus familias con el objetivo de que superen las condiciones de pobreza.
El gobierno federal entregará, por primera vez en la historia, un “Estado de Cuenta Social” a 26 millones de beneficiarios de programas sociales, con el monto en pesos de las transferencias y apoyos que reciben cada uno de ellos y sus familias para superar la pobreza.
El documento, que se entregará mensualmente a las personas inscritas en los padrones de beneficiarios de la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol), reportará transferencias, el nombre del o los programas federales y estatales que reciben, con su costo en pesos, y si el subsidio se da en especie o en efectivo.
El “Estado de Cuenta Social” tiene como meta que los beneficiarios de los programas de la Sedesol conozcan exactamente los recursos que los gobiernos federal, estatales y municipales invierten en ellos y así puedan calcular sus ingresos totales y no sólo reportar los que reciben por el pago de un trabajo.
Además, permitirá al gobierno federal contabilizar los ingresos no reportados por transferencias monetarias y en especie; es decir, se podrá identificar exactamente los recursos que se destinan por programa a cada beneficiario, así como los subsidios de Liconsa, Diconsa y los bienes durables como tablets, estufas, calentadores y de televisiones digitales.
En una de las versiones del documento titulado “México incluyente”, cuya copia tiene Excélsior, se señala que el estado de cuenta (similar al que envían las Afores) busca “empoderar a los ciudadanos y obtener datos que reflejen la realidad nacional”.
En entrevista con este diario, Vanesa Rubio, subsecretaria de Planeación, Evaluación y Desarrollo Regional de la Sedesol, indicó que si bien no se tiene como definitivo el nombre de “Estado de Cuenta Social” (incluso se han estado explorando otros nombres como “Estado de cuenta de tus derechos sociales”), sí se tomó la decisión de que el ciudadano cuente con un mecanismo que le permita tener información real de los recursos y programas sociales que recibe, y con ello calcular mejor sus ingresos.
“La idea es dar información a la población, allegar mecanismos que les ayuden a contabilizar mejor sus ingresos”, dijo Vanesa Rubio.
Además, explicó que este mecanismo ayudará a saber cuál es el ingreso real que tiene la población beneficiaria y quiénes están por debajo de la línea de bienestar social, “y ésto permitirá poder dirigir las políticas públicas a los sectores que lo necesitan, ayudará al gobierno a no destinar recursos de la política social a las personas que están por arriba de la línea de bienestar social, porque esas personas deben ser atendidos con otro tipo de políticas públicas”.
Según el Padrón de Beneficiarios, la Sedesol tiene 18 programas sociales con los que se ayuda a más de 51 millones de mexicanos. Tan sólo Prospera cuenta con 26 millones de beneficiarios, y el presupuesto de la dependencia para 2016 es de 109 mil 371 millones 909 mil 18 pesos.
El estado de cuenta, que estará listo este año, incluirá el nombre del beneficiario (jefe o jefa del hogar) y su número de identificación de la Sedesol, así como el domicilio, la CURP y datos de los integrantes de la familia como edad, sexo y parentesco (hijo, abuelo, nieto, etcétera).
Después se desglosarán, con el monto en pesos, los programas federales que apoyan a la familia, como Prospera, Comedores comunitarios, Liconsa, Estancias infantiles, Pensión de Adultos Mayores, Seguro de Jefas de Familia, Empleo temporal o entrega de televisión digital.
En otro espacio se detallará qué programas sociales reciben del gobierno del estado en donde viven, como útiles escolares y becas.
De esa manera podrán tener un cálculo del dinero que las familias pobres reciben del gobierno federal y de las entidades federativas.
Vanesa Rubio aclaró que aún se hacen mediciones y análisis internos para definir el nombre de ese estado de cuenta o cómo se difundirá la información de los ingresos reales de las personas en pobreza.
“El objetivo de tener un mecanismo de difusión de los programas y de las transferencias que se realizan a los ciudadanos tiene que ver con medir de la mejor manera el ingreso de las personas, de las familias.
“Es decir, cómo voy a poder situar a una persona y ver si está en pobreza o pobreza extrema si no sé su ingreso. Y este mecanismo permitirá ayudar a conocer mejor el ingreso de las familias considerando no sólo lo que les pagan por el trabajo realizado, sino las transferencias que hacen los gobiernos federal, estatal, municipal y en programas”, explicó la subsecretaria de Sedesol.
Las estrategias
En el documento, que contiene el balance y los retos de la política de Desarrollo Social, también se dan a conocer las estrategias del gobierno federal para superar las carencias de los más pobres. De esa manera se advierte que de mantenerse la dinámica de ingresos bajos, precios altos y la inercia poblacional “en 2016 tendremos más pobres”.
Hay que recordar que, según las cifras del Consejo Nacional de Evaluación de la Politica de Desarrollo Social (Coneval), el número de pobres creció dos millones; es decir, de 53.3 millones que había en 2012 a 55.3 millones en 2014. Pero también disminuyeron los que se encuentran en extrema pobreza, de 11.5 millones a 11.4 millones.
Así, la Sedesol propone 16 acciones estratégicas en coordinación con diversas dependencias del gobierno federal para reducir el número de pobres y las carencias que se manifiestan en los rubros de educación, salud, seguridad social, calidad y espacios en vivienda, servicios básicos en vivienda, alimentación e ingreso.
Entre las acciones propuestas en el documento están: certificar estancias y guarderías para acreditar ahí el nivel de preescolar y establecer cursos de regularización simplificados para primaria y secundaria, así como un programa de certificación simplificada para adultos mayores.
En salud se propone universalizar cobertura y lanzar campañas de reafiliación al Seguro Popular; afiliar a todos los estudiantes al IMSS y promover campañas de promoción y afiliación a 65 y más.
Para atender el rubro de calidad y espacios en la vivienda, la propuesta es emprender una cruzada contra el hacinamiento y construir cuartos adicionales.
En el tema de servicios básicos en la vivienda, se propone la instalación de captadores de agua, estufas ecológicas, de gas y parrillas.
La Secretaría de Desarrollo Social propone además mantener la estabilidad en los precios, así como mejorar los ingresos de las personas en pobreza.
De aplicarse estas medidas, considera el equipo de José Antonio Meade, los avances para superar la pobreza podrán reflejarse en la próxima medición que hará el Inegi este año (agosto-noviembre).
DEFIENDEN SUS CIFRAS
Para el gobierno federal, los instrumentos que miden la pobreza (como los del Coneval o el Inegi) no incluyen todas las acciones que se emprenden desde las secretarías de Estado.
Y el “Estado de Cuenta Social” pretende cerrar la brecha entre los reportes administrativos de programas sociales y lo que reportan los beneficiarios al Inegi a través de la Encuesta Nacional de Ingresos y Gasto en los Hogares (ENIGH).
En el citado documento hay ejemplos: “En 2014 se distribuyeron 970 millones de litros de Liconsa y la ENIGH reportó sólo 183 mil. En la ENIGH 2014 no se contabilizaron como beneficiarios del Programa de Abasto Rural (Diconsa) a 11 millones de personas”.
En materia de salud, por ejemplo, el documento “México incluyente” señala que hay 5.1 millones de estudiantes afiliados al IMSS como titulares, y la Encuesta Nacional de Ingresos y Gasto en los Hogares del Inegi sólo reporta 1.9 millones.
En el tema de alimentación, la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición reporta 8.2 millones de mexicanos con carencia alimentaria y Coneval indica que son 27.3 millones.
Vanesa Rubio explicó que cuando se mide la pobreza por el INEGI, el Coneval u otros mecanismos, se contabiliza el ingreso y acceso a seis derechos, “pero también hay un séptimo derecho, que es a la información. Y la población debe tener esa información, los ingresos reales que recibe”.
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