miércoles, 26 de octubre de 2016

En la CDMX, obispos mexicanos, declararon su participación en un caso de pederastia

Por primera vez, en la historia de la iglesia católica, dos obispos acudieron a un juzgado penal, para explicar su participación en el caso de pederastia del sacerdote Carlos López Valdés. El obispo de Culiacán, Jonás Guerrero, y el de Colima, Marcelino Hernández, comparecieron hoy ante el Juzgado 55 de lo Penal en la delegación Cuauhtémoc, de la Cuidad de México para explicar su participación en el caso del sacerdote pederasta López Valdés, actualmente preso por abusar sexualmente del menor Jesús Romero Colín. Se trata del primer caso de pederastia en México en el que están implicados dos obispos y un cardenal, en este caso, Norberto Rivera Carrera. En agosto de 2007, López Valdés fue denunciado por Jesús Romero Colín, quien asegura que fue violado en varias ocasiones por el exsacerdote cuando era su monaguillo en la Parroquia de San Agustín de la Cueva, entre 1994 y 1998. Durante ese tiempo, Guerrero y Hernández eran obispos auxiliares de la Arquidiócesis de México y tuvieron conocimiento de esos abusos cometidos por el pederasta subalterno. No obstante, en vez de denunciarlo ante las autoridades judiciales, acordaron darle tratamiento psicológico en una casa de retiro para sacerdotes. En 2007, la víctima finalmente denunció al sacerdote ante la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF). Ese mismo año la Arquidiócesis de México le abrió un juicio eclesiástico, lo encontró culpable de pederastia y lo suspendió del ejercicio sacerdotal. Finalmente, el pasado 27 de agosto la justicia civil detuvo al sacerdote López Valdés, quien actualmente está preso en el Reclusorio Oriente acusado por el delito de violación. Los abogados de la víctima intentan que se castigue a algunos superiores jerárquicos del sacerdote por su presunto encubrimiento. Armando Martínez, abogado de ambos obispos, explicó hoy que sus comparecencias en el Juzgado 55 de lo Penal, del Reclusorio Oriente de la Ciudad de México, se debieron a una petición hecha por la víctima, el joven Romero Colín. Agregó que los prelados entregaron el expediente del juicio eclesiástico que la arquidiócesis le llevó al pederasta, en el cual lo encontró culpable. El defensor legal ha declarado que ambos obispos no estuvieron obligados a denunciar al pederasta ante las autoridades civiles, porque la denuncia civil la hizo la propia víctima. De tal manera que no hay ningún encubrimiento de parte de los jerarcas. Sin embargo, los abogados de Romero Colín siguen suponiendo que hubo encubrimiento y no descartan que, en un futuro, sea citado a declarar el propio cardenal Norberto Rivera.

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