Antes de ser expulsado de México, el ruso debe ser juzgado y sentenciado por el asesinato de un joven

La Fiscalía General del estado de Quintana Roo giró una orden de aprehensión contra el ciudadano ruso, Aleksei Makeev, por el homicidio de un joven de 20 años de edad a quien apuñaló en viernes pasado, cuando entró a su vivienda. Los vecinos del ciudadano ruso Aleksei Makeev, en Cancún, sostienen que estaba acostumbrado a insultar, golpear y amedrentar a cualquier persona. Josué, uno de los vecinos del ciudadano ruso, comentó que éste ofendía a los mexicanos, "que dice que son piojos y liendres… Diario en las mañanas ofendía a las personas cuando pasaban”. Gabriela Díaz, habitante de Cancún, dijo que "entre su idioma nos insultaba y nos discriminaba a todos los mexicanos”. Por ello, las autoridades estatales indagarán a los ciudadanos que llegaron a la casa de Aleksei Makeev, tras una convocatoria en redes sociales y que participaron en la agresión. Además, 20 policías municipales de Cancún fueron suspendidos provisionalmente por no intervenir antes del linchamiento. Miguel Ángel Pech, fiscal de Quintana Roo, señaló que fincarán responsabilidades “no solo a estos elementos policíacos, sino también a las personas que ejercieron la justicia por propias manos, quienes ingresaron al domicilio destrozando ventanas, puertas y que incluso grabaron las agresiones”. Antes de ser expulsado de México, Makeev deberá ser juzgado y sentenciado por el homicidio del joven de 20 años de edad, pues la visa humanitaria que tenía ya no es válida. Humberto Roque, subsecretario de Población, Migración y Asuntos Religiosos de la Secretaría de Gobernación (SEGOB), explicó que la visa humanitaria “se da mínimo un año” y que no se otorga por esa misma razón, no por refugio permanente. “Este personaje ya había agotado ese año y estaba el Instituto Nacional de Migración por aplicar la medida correspondiente, que es regresarlo a su país”, detalló el funcionario. Aleksei permanece internado en un hospital y la comunidad rusa, que vive en Cancún, se desmarcó de su compatriota. Radmir Bayrov, integrante comunidad rusa en Cancún, comentó que son “personas ordinarias, solo queremos la paz”.