• El centro educativo ha manteniendo su espíritu de origen: la formación de profesionales de la antropología, capaces de generar pensamiento crítico e incidir en la transformación y el bienestar de la sociedad en su conjunto
• Para el nuevo ciclo escolar, medio centenar de estudiantes ingresarán al centro educativo del INAH, en sus cuatro licenciaturas y dos posgrados
• Recibirán la bienvenida con una conferencia sobre el patrimonio cultural de Chihuahua, a cargo del antropólogo Gustavo Palacio Flores
Con un diálogo abierto sobre las perspectivas y vicisitudes que experimenta el patrimonio cultural de Chihuahua, el 13 de agosto de 2024 iniciará el nuevo ciclo escolar de la Escuela de Antropología e Historia del Norte de México (EAHNM), en cuyas aulas se ha formado una veintena de generaciones de antropólogos, egresando medio millar de jóvenes a lo largo de casi 35 años.
El centro educativo, adscrito al Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), dependencia de la Secretaría de Cultura Federal, ha manteniendo su espíritu de origen: la formación de profesionales de la antropología, capaces de generar pensamiento crítico e incidir en la transformación y el bienestar de la sociedad en su conjunto.
En eso coincide el titular de la Unidad Regional Chihuahua, de Culturas Populares, Indígenas y Urbanas, Gustavo Palacio Flores, quien dictará una conferencia para dar la bienvenida al medio centenar de estudiantes que ingresarán a las cuatro licenciaturas (Lingüística Antropológica, Antropología Física, Arqueología y Antropología Social) y posgrados (maestría y doctorado en Antropología Social, y maestría en Antropología Física) de la EAHNM.
“Una antropología, desde el norte y para el norte del país, es indispensable. Lo principal, en generaciones en proceso de formación, es recuperar la gran tradición de la antropología aplicada, que es el sello de la antropología mexicana; es decir, estudiar, investigar y conocer, para vincularse en la solución y atención de realidades sociales, e incidir en el respeto que se merecen todos los ciudadanos”, expresa.
El antropólogo, quien tuvo la oportunidad de desempeñarse como docente en la EAHNM, conoce el panorama del crisol cultural del territorio chihuahuense y los desafíos que esto implica para implementar políticas públicas que contribuyan a nivelar las desigualdades sociales, permeadas por el desplazamiento ante la falta de oportunidades laborales y la violencia por el crimen organizado, entre otros factores.
Refiere que son cuatro los pueblos considerados originarios de Chihuahua: los o’oba (pima) son un pueblo binacional repartido entre el norte de Chihuahua y el sur de Arizona, Estados Unidos; los o’odham (tepehuanes del norte), que se distribuyen en el sur del estado, colindante con Durango; los rarámuri (tarahumaras), y los guarijío o guarijó, ubicados en la entidad y en Sonora.
No obstante, indica, “por diversos fenómenos a nivel nacional, la geografía lingüística y cultural se ha reconfigurado. Ahora, una mayor cantidad de indígenas se concentra en las urbes, convertidas en zonas de refugio. Un ejemplo es Chihuahua capital, donde hay un número importante de rarámuris.
“Otro caso es Ciudad Juárez, donde el último censo poblacional señala la presencia de, por lo menos, 52 lenguas nacionales, particularmente, nahua, mixteca y zapoteca; y se da un fenómeno interesante, los nahuas y mixtecos asentados en esta urbe fronteriza, superan ya, en cantidad, a los o’oba y guarijó. Hay que entender que la migración también implica una mudanza de costumbres y tradiciones, de cosmovisiones distintas que, a su vez, sufren procesos de adaptación a una zona binacional, como Juárez”.
La ponencia de Palacio Flores se centrará en reivindicar las expresiones del patrimonio que son señales de la identidad de cada pueblo, de modo que “cuando hablamos de activar el patrimonio cultural, en particular el inmaterial, entran en juego actores con intereses no siempre coincidentes. Estas manifestaciones se dan en torno a un territorio, que entra en disputa simbólica, por eso tenemos casos de apropiación cultural y usufructo económico indebidos, ante el desconocimiento que muchos pueblos y la ciudadanía en general tienen del marco normativo en esta materia y en cuestión de derechos humanos. Ese será un tema central a tratar”, finalizó.
Entusiasta retorno a las aulas
En el ciclo escolar que principia, la EAHNM dará la bienvenida a 28 alumnos y alumnas que estudiarán licenciaturas desde su campus en la Ciudad de Chihuahua, así como a seis maestrantes en Antropología Social y 11 doctorantes en esta misma disciplina.
Cabe destacar que en la Extensión Creel, unidad de la casa de estudios surgida en 2011, dentro del municipio homónimo, a fin de ofrecer opciones académicas especializadas en ciencias sociales a egresados de preparatorias de la Sierra Tarahumara, también se recibirá a tres alumnos que cursarán la licenciatura en Antropología Social.
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