En la informalidad, un millón 500 mil comerciantes en el DF: Canacope

Laura Gómez Flores

Ambulantes venden calzones "para la buena suerte" en el Centro Histórico. Foto María Meléndrez El desmantelamiento de “Nuevo Tepito”demuestra que es posible actuar en contra de uno de los cánceres más fuertes de la economía: el comercio informal, el cual este año creció hasta sumar un millón 500 mil personas, quienes se desenvuelven en esta actividad, informó la Cámara de Comercio, Servicios y Turismo en Pequeño de la ciudad de México (Canacope). Dicha medida, señaló, no debe ser una acción aislada, sino parte de una política pública por lo cual esperamos se establezcan también operativos en los mercados ambulantes de San Felipe de Jesús, en la delegación Gustavo A. Madero, o los ubicados en Iztapalapa, como los de avenida Texcoco, Eje 6 Sur o Ermita, y enviar un mensaje contundente en contra de la ilegalidad, la piratería y el ambulantaje. En cada temporada, dicha actividad rebasa en 30 por ciento al comercio formal, ocupando cualquier zona con gran flujo de personas con productos de dudosa calidad y procedencia, tales como las calles del Centro Histórico, del Zócalo a Eje Central, con los denominados “toreros” o puestos semifijos hacia la avenida Circunvalación, que invaden el arroyo vehicular. Los accesos y estaciones del Sistema de Transporte Colectivo también están invadidos de ambulantes o vagoneros; así como los alrededores de hospitales, clínicas, laboratorios, escuelas de nivel básico, preparatorias, universidades públicas y privadas, y oficinas administrativas de los sistemas de seguridad social locales y federales, comentó. Los centros religiosos, iglesias y plazas públicas con alta afluencia de personas tampoco se salvan del comercio informal, aunque la desaceleración económica ha incrementado su número en los cruces de avenidas principales o semáforos de gran presencia vehicular, pero su concentración mayor está en los tianguis como el del Bordo de Xochiaca, Eje 6 Sur (Las Torres), Santa Martha, El Salado, Avenida Texcoco (Tianguis de San Juan) y Tepito, entre otros. Su proliferación “ha erosionado al comercio formal que no puede competir con quienes realizan esta actividad con total holgura e impunidad, al no ser sujeto de verificaciones, multas o clausuras, por no cumplir con alguna normatividad requerida, por lo que la autoridad debe implementar programas efectivos para el control y tránsito de la informalidad a la legalidad”, consideró.