lunes, 30 de diciembre de 2013

La opinión de ...Salvador Ferrer i Paradeda

Tres, dos, uno… 2014 Salvador Ferrer i Paradeda. A pocos días de terminar un año e iniciar otro, cabe la pregunta de… ¿ha valido la pena vivir el 2013?. Claro que valga o no la pena, ya se ha vivido y ni modo de eliminarlo, sea lo que fuere, sirve para acumular experiencias y desandar años (¿o se trata de sumarlos?). Políticamente habrá sido positivo para quienes gobiernan, decepcionante para los que aguardan turno y desesperante para aquellos que esperaban algo mejor. Nunca se hacen las cosas a gusto de todos. Algo habrá dejado, tan siquiera el regusto amargo de poder decir; durante la primavera las flores se veían de un hermoso color –lo que es lo mismo decir; cuanta pendejada para repetir cada año las mismas palabras.-. ¡Ah, el amor todo lo puede!, le damos vuelta al quehacer diario y aparecen las mariposas en el estómago inundando esperanzas de encontrar a quien besar –tipo película, a lo Clark Gable en Lo que el viento se llevó, Scarlett O’Hara (Vivien Leigh), supo de mariposas y gusanos, o uno se imagina que fue así-. Aunque… ¿hablamos de política, no de escarceos amorosos, verdad?. Sigamos entonces. Muchos cambios se han generado en el año que se acaba, otros muchos han quedado por solucionar y más quedarán en el olvido de promesas por cumplir, pasemos hoja, a otra cosa mariposa (volvemos al “achuchón del Clark con la Vivien). Deportivamente hablando, vamos al mundial de fútbol de carambola y tiro porque me toca. Derrotamos a la potente Australia y sucumbimos ante naciones caribeñas, las cuales podrán siempre decir que aprendieron de las victorias y olvidaron las derrotas. Amén. Culturalmente, figuras como José María Pérez Gay, Guillermina Bravo, María Teresa Rodríguez, Amparo Rivelles, Guillermo Tovar de Teresa, Amparo Soler Leal, Santiago Genovés… nos abandonaron. Han dejado un vacío que difícilmente se podrá llenar, posiblemente para mucha gente no les suenen estos nombres, pero vale la pena tener un recuerdo para ellos y lo que significaron. ¿Qué más…?. Seguimos con pobreza, incultura, maestros en la calle dándose de “sopapos” con quien se cruce frente a ellos, el precio del maíz que ha bajado, el de la tortilla ha subido, la canasta diaria cada vez más vacía, los calzones para la buena suerte seguirán siendo rojos, gente armada aparece por doquier reclamando paz (contrasentido hecho palabra), el futuro más negro y el pasado de color blanco pálido, los partidos políticos se reparten mayores “ganancias”, las élites políticas han cobrado “un bono compensativo por su arduo trabajo en pos de la nación”, el sueldo diario ha subido la exultante cifra de dos pesos con cincuenta centavos, algunos de ríen hasta de su sombra y de los ciudadanos de a pie porque así los “parieron” (ya les llegará su turno), el frío corta el cutis y eleva el espíritu… y lo más importante ¿qué cenaremos para la fiesta de fin de año?. Lo dicho, tres, dos, uno… bienvenido 2014 porque tuyo será el reino de los bobos que seguimos creyendo en palabras y levantamos banderas. El 2013 fue, quiso ser y no llegó a la altura. Sirve aquello de; ¡viva la madre qué nos parió! . Guste o no guste es una realidad, madre sólo una, años…. uno detrás de otro.

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