Padre del guardia que murió al abalanzarse sobre el terrorista: "Hay pocos como él"

"Era un buen hombre. Era un buen padre, un buen hijo, un buen amigo", relata un padre sobre su hijo fallecido en uno de los dos atentados perpetrados en la ciudad rusa de Volgogrado. Se trata de Serguéi Nalivaiko, un joven guardia de seguridad que evitó que el atentado perpetrado en Volgogrado el domingo se cobrara más vidas. Sin pensárselo dos veces, el hombre se abalanzó sobre el terrorista suicida antes de que pudiera entrar en la estación de tren, momento en que detonó una bomba de una potencia equivalente a10 kilos de trilita. Murió en el acto. "Hay pocas personas como él", cuenta su padre, Vladímir Nalivaiko. Al otro lado de la ciudad, Vitali mira una y otra vez las fotografías que compartía en una red social con su amigo, que también se encontraba en esa estación y que ya nunca volvió a salir de ella. Una llamada de un familiar le dio la noticia. "Estuve en estado de shock durante un buen rato. Aquí deja una familia: a su esposa, a un hijo pequeño... y él era joven también. ¿Por qué le tuvo que pasarle esto a él?", se pregunta Vitali Turin. Como Vladímir y Vitali, la familia de una treintena de personas llora a sus seres queridos. Las autoridades han activado la alerta roja en Volgogrado. El presidente del país, Vladímir Putin, ordenó aumentar la presencia de las fuerzas del orden en la región. Las medidas de seguridad también se han reforzado en el resto de la ciudad, sobre todo en las zonas más concurridas como las comerciales y en los puntos de entrada y salida de pasajeros. El pánico se apoderó este lunes de la ciudad y eran pocos los ciudadanos que se atrevían a subirse en el transporte público después de los dos atentados. Son demasiadas emociones juntas en muy poco tiempo. Y la incertidumbre no ayuda. Ninguna organización se ha responsabilizado aún de los atentados, aunque los investigadores sospechan que podría tratarse de terroristas islamistas del Cáucaso Norte. Independependiente de si las autoridades están o no en lo cierto, en la mente de los familiares de las víctimas sólo ronda una pregunta: "¿Por qué está ciudad? ¿Por qué Volgogrado?". Una cuestión para la que dificilmente encontarán una respuesta que les ayude a superar el dolor que el terrorismo ha traído a sus vidas.