lunes, 30 de diciembre de 2013
La opinión de ... Salvador Ferrer i Paradeda
El derecho y el deber
Salvador Ferrer i Paradeda
Estos días hemos leído que en la España del Partido Popular (ya más bien impopular) han retrocedido unos años y abolido la ley que permitía el aborto, evidentemente la Santa Madre Iglesia aplaudió tal decisión, incluso uno de sus representantes se atrevió a decir en un programa de televisión; “es peor el aborto que el abuso a menores en las escuelas católicas”. El cardenal Antonio Cañizares se ha cubierto de “gloria”. Que todo un Prefecto de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, haga esas declaraciones es para salir corriendo y amortajarlo, enterrándolo en la más profunda de las cavernas del averno. Eso sí, añadió una explicación “coherente”. "No es comparable lo que haya podido pasar en unos cuantos colegios de Irlanda con "los millones de vidas destruidas por el aborto". Irlanda, Usa, México, España, Bélgica…etc.
Muchas preguntas quedan en el aire y debemos hacerlas con la predisposición de encontrar una respuesta adecuada, cosa que dudo, porque los silencios hacia las verdades es algo que de siglos el Vaticano ha ido ocultando y a la vez encareciendo posiciones, pero… seguiremos con la divina fe y andaremos caminos polvorientos en todas y cada una de las peregrinaciones alrededor del mundo, cosa que respeto y aplaudo como acto de fe de quienes lo hacen, aunque no tanto de quienes se escudan detrás de ellas para pecular con el dinero de los demás. Léase sacerdotes, congregaciones o como quieran llamarles.
Un amigo escribía, refiriéndose a las tesis arcaicas católicas; sobre el derecho a la vida…¿qué autoridad moral pueden tener para hablar del derecho a la vida una institución que creó la “Santa Inquisición”?. Sobre la familia…¿Qué autoridad tiene una institución para hablar sobre qué es o no es una familia, cuando sus “socios” tienen prohibido casarse y mucho menos tener relaciones sexuales?, teóricamente, está claro.. Remataba con otra frase lacónica; ¿En qué ejemplo deberíamos basarnos? ¿en lo qué ellos llaman Sagrada Familia, que no era sagrada ni familia?, con un padre que no era el padre, con una madre que no se fertilizó con la normalidad adecuada (no existía el modelo in vitro, añado) además era virgen antes, durante y después… nadie sabe exactamente cómo, con un hijo que no se casó, teóricamente –lo damos por supuesto-. ¿Este es el ejemplo que debemos seguir?. Todo por una prohibición al aborto y una contestación inadecuada.
En fin, volveremos a tener un petate lleno de “no respuestas” y evasivas, cosa a la que nos tienen acostumbrados iglesia y estado.
Puede que la fe mueva montañas, también es posible que las montañas se cansen de tanto moverse y para hacerlo más hermoso… puede que fe y montaña hagan frente común para desbaratar mentidas, destapar esencias y “encajonar” iluminatis.
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