viernes, 3 de enero de 2014

El regreso de Messi congrega a más de 13 mil aficionados en el Miniestadi

EFE |
Un total de 54 días después de caer lesionado en el Benito Villamarín, el delantero del Barcelona Lionel Messi se ha dejado ver, en buena forma, en un entrenamiento de puertas abiertas que, según el club catalán, ha congregado hoy a 13.200 aficionados en el Miniestadi. El 'crack' argentino, que ha estado el último mes en su país recuperándose de una rotura en el bíceps femoral de la pierna izquierda, regresó ayer a Barcelona para ejercitarse con sus compañeros por primera vez desde su lesión. Hoy lo hizo a la vista de un Mini prácticamente lleno, especialmente de niños y adolescentes que, como es habitual en estas fechas, no han querido perderse una de las pocas oportunidades que tienen de ver a sus ídolos tan de cerca. Se le ha visto a Messi totalmente recuperado de la lesión que ha tenido en vilo al barcelonismo los dos últimos meses. Ha marcado dos goles en un partidillo de entrenamiento que ha acabado en tablas (4-4) y ha regalado una asistencia a Neymar que el brasileño ha malogrado de forma inexplicable cuando ya había superado a Pinto. El de Rosario ha sido el auténtico protagonista de una sesión que no ha contado con el capitán azulgrana, Carles Puyol, aquejado de una gastroenteritis, ni con el brasileño Dani Alves, que se ha quedado haciendo recuperación en el gimnasio después de no poder entrenarse ayer al regresar de las vacaciones con unas décimas de fiebre. La sesión abierta al público también ha servido para confirmar que el meta Víctor Valdés, que ayer mismo recibió el alta médica, se encuentra totalmente recuperado de la rotura que sufrió en su gemelo derecho. Y otra buena noticia ha sido comprobar cómo el centrocampista Ibrahim Afellay, que también ha jugado el partidillo final, vuelve a sentirse futbolista después de estar más de cuatro meses parado por una lesión crónica en el recto anterior de su muslo derecho que le obligó a pasar por el quirófano el pasado verano. La plantilla azulgrana ha despedido el entrenamiento, que apenas ha durado una hora, saludando a la afición desde el centro del campo, regalando balones a la grada y firmando autógrafos y haciéndose fotos con un grupo de seguidores discapacitados, una estampa que se ha convertido habitual cada primera semana del año. Tras la sesión, jugadores y cuerpo técnico pasarán rápido por la ducha para cambiarse y distribuirse en varios autocares que los trasladarán a diversos hospitales barceloneses. El objetivo, como siempre, es llevar una sonrisa a aquellas personas que, por su delicado estado de salud, lo están pasando mal durante estas fechas, al tener que estar ingresadas en un centro hospitalario.

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