viernes, 3 de enero de 2014
Abrigos para las gallinas, la última moda en el Reino Unid
Una empresa comercializa esta prenda para que los animales puedan combatir mucho mejor el frío
Si uno va paseando por el campo y se cruza con una gallina que lleva una especie de abrigo, seguramente se llevará una sorpresa. Y lo hará con independencia del lugar del mundo en el que esté menos en el Reino Unido. Y es que en Inglaterra esta práctica se ha puesto de moda.
Los diseñadores de Omlet, una empresa ubicada en Banbury, en el distrito de Oxfordshire, han visto negocio en vestir a las gallinas para que éstas no padezcan tanto el frío intenso. Los responsables de la empresa explican que tienen pedidos de todo el mundo. Sin ir más lejos, de Japón y Estados Unidos, según la BBC.
Un revestimiento desarrollado por la NASA llamado Flectalon ayuda a reflejar el calor hacia el cuerpo del pollo, mientras que la coloración fluorescente ayuda a mantener a las aves visibles en la oscuridad de la noche. También han creado modelos elaborados con lana, que permite una mayor variedad de modelos y diseños.
La compañía, que originalmente desarrollaba gallineros, responde así a las peticiones de muchos de sus clientes que reclamaban algún artilugio para calentar a sus pollos y gallinas. "Muchos de nuestros clientes las tienen en su jardín trasero y cuidan de ellas como cualquier mascota. Y los dos últimos inviernos han sido muy fríos", explica Johannes Paul de Omlet.
La firma ha trabajado en seis prototipos antes de decidirse por un diseño que no ha conllevado ningún efecto sobre las actividades normales de las aves. "El hombro debe estar expuesto, ya que si estuviera cubierto afectaría su equilibrio", esgrimió Lorna Gemmell de Omlet. "También es necesario asegurarse de que quede lo suficientemente alto, para que sus pies no queden atrapados en él cuando caminan".
Un millón de hogares del Reino Unido, según la Asociación de Fabricantes de Alimentos para Mascotas, tienen pollos como animal doméstico. "Estábamos buscando algo para mantener a los pollos calientes y vimos estas chaquetas. Al principio, nos pareció que era divertido, pero realmente les gusta. Pasaron unos minutos tratando de caminar enfundados en ellos. Hubo un momento en que iban caminando hacia atrás, pero luego todo salió bien", explica Sandalee Ali- Sehbai, un cliente de Omlet.
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