Quién es Pedro J. Ramírez, director de El Mundo

Quién es Pedro J. Ramírez, director de El Mundo Salvador Ferrer i Paradeda

Cuando usted –por llamarlo de alguna manera- pide al “bueno” de Mariano Rajoy que tome represalias contra Artur Mas por la carta que envió a los líderes europeos, supongo que antes habrá pensado de la misma forma que pensó el susodicho general de infausto recuerdos, Francisco Franco, en la España republicana… abolir derechos y sembrar odio. Referirse a una aplicación del artículo 155 de la Constitución para suspender la Autonomía o en su defecto cerrar las “embajadas catalanas”, es de estúpido, ya que si menciona esto significa que el derecho a tener una embajada es sinónimo de que representa a un país, en este caso, Catalunya. No hay deslealtad en lo que hace el President de la Generalitat catalana, es un aviso previo a lo que los catalanes quieren, el derecho a una soberanía, pasando antes por una consulta. La gravedad que tanto cacarea desde el punto de vista institucional le viene de la cuna, odio a todo lo que llega de Catalunya y más odio al no poder demostrar que tiene “usted” ni un gramo de masa gris para pensar o tan siquiera embobarse con una democracia. La pérdida de credibilidad de España a la que hace alusión, es imposible, está por los suelos, mire por donde le mire esa marca de la que tanto alardeaban no existe. Le recuerdo por si lo ha olvidado –es cierto, no tiene masa gris- que de las promesas de campaña del partido en el gobierno; sueldos, aumentos, sanidad, educación, cultura, paro, pensiones… ni una, repito, NI UNA HAN CUMPLIDO. Así que la marca se la han pasado por el forro de aquello que debería colgarle y no suena, pero que tampoco tiene. Se ve que los maristas no supieron ponerle por el buen camino o será que por aquellos años ya encontró el camino que más tarde dieron a conocer, en cuanto a sus inclinaciones, digamos sexuales. Teme lo que no debería temer y odia lo que debería primero conocer; un poco de historia, conocimiento y algo de ética, de la que anda escasa y además no florece en los sobacos… se mama, y “usted” no la mamó ni por encargo. Si tan seguro está que los líderes europeos no harán caso a la misiva, ¿qué le preocupa? O será que teme –temen- perder la ubre de la vaca que tanto han ordeñado. Tampoco ha preguntado si a los catalanes nos interesa estar en la Comunidad europea vistas las cosas, mejor alejarse por completo, así que esa amenaza tampoco asusta. Hablando de asustar…¿qué le espanta?...¿el coco?...¿su diatriba acomplejada de inculto?... ¿que le dejen sin piscina?... ¿le destapen el tarro de las esencias ocultas?... Pedro J. Ramírez, periodista de pelo en pecho, fascista de cuna, autor de bravatas calumniosas, relator de aventuras prosaicas, defensor de asesinos, animador de circo barato, poeta de la vida inexistente, mentiroso convulsivo, mentor de los GAL, iluminado, dominante, maquiavélico mesiánico, pretensioso, condenado por el Tribunal Constitucional a la pena de privación de libertad y ejercicio periodístico, artista “porno” de prácticas sexuales un tanto anormales, usando ropa interior femenina y sodomizado con un consolador, travestismo y masoquismo (Exuperancia Rapú te la jugó pendejo) y así un largo etcétera. ¿Qué credibilidad puedes tener y con qué moral puedes exigir?. Pedro J. Ramírez, alias el manipulador, das más pena que gloria y si no fuera por la cobardía de Rajoy y en su momento Felipe González y José Luis Rodríguez Zapatero, a estas horas estaríamos contemplándote dentro de una cárcel sorteando violaciones consentidas y gritando…¡aleluya, aleluya, cada uno con la suya y yo… con la de todos!