jueves, 27 de febrero de 2014

La opinión de... Salvador Ferrer i Paradeda

El papel en blanco que se llenó de letras… Salvador Ferrer i Paradeda
Quienes escribimos, sabemos realmente el valor de una página llena de letras y palabras que buscan el resultado de una escritura hecha a base de esfuerzos y estudios. Quienes leen saben que hallarán en cada frase, una parte de la vida del “escribidor”.Quienes no escriben ni leen, tiene en su masa gris el asomo de una retrograda salida hacia un futuro incierto. Quienes ni escriben, leen, los que no leen y aquellos que les va de madre todo lo referente a las letras… terminan ocupando un espacio importante en la política ambiental del saber, eso sí, acomodados a largas visitas a Santo Domingo (lugar donde en México se puede encontrar cualquier título que te eleve a las alturas de ser un licenciado). Analizando las situaciones engañosas que rodean las bambalinas de los peldaños en senados o diputaciones, hay un resultado evidente; no todos son lo que dicen ser, ni los que sí son, tienen capacidad para decir que son lo que son. ¿Galimatías?... no, realidades. Una reciente encuesta entre el público de a pie, acompañada de una investigación de “los elegidos”, demuestra que un elevado número de ellos no tienen ni la más remota idea de lo que dicen son (me refiero a titulados, porque para lo que han sido electos…”pior”). ¿Entonces?... pues eso, entonces estamos en manos de lo llamado “pandejos” (sabido es que dicha raza se originó con el cruce de una osa panda y un conejo). Difícil, pero no imposible. Elevaremos una plegaria mirando hacia el Vaticano (en busca de un milagro) aunque también nos llegan noticias que es el lugar donde más vino se consume (consagrado y sin consagrar) con lo cual deducimos que posiblemente los vapores etílicos pueden llegar acompañados de situaciones milagrosas de dudosa procedencia. Sigamos…. Santo Domingo…. México D.F.; éste sí es el lugar prodigioso y destino de largas peregrinaciones encabezadas por imágenes desconocidas… que con el tiempo llegan a ser las más conocidas y rodeadas de abrazos y parabienes. El papel en blanco toma forma y se llena de letras… Universidades del saber que a partir de este día ya son parte de la elite estudiantil (je,je,je, dejen que me ría, universidades “patito”), eso sí, los titulados subirán los escalones del poder y darán clases de ética parlamentaria ofuscando al ideal de los necesitados y regalando tortas, refrescos, televisores de plasma, tarjetas de compra, playeras de todos los colores y acarreamientos hacia lugares paradisíacos debajo de una lona rentada y después de horas de espera para poder oír las palabras del devoto de turno hacia Santo Domingo, ese lugar defeño, claro. En fin, está visto que papel en blanco, letras, políticos, “oídores”, universidades patito, lectores prófugos y aduladores, están unidos por un vínculo inquebrantable y duradero, a menos que un cambio de chaqueta haga “recapacitar” y se reinicie otro milagro en forma de un master en la conocida universidad de Tacos City of chile guajillo, ubicada en Pendejolandia.

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