lunes, 31 de marzo de 2014
Despilfarro al por mayor: obras en España convertidas en cementerios de la crisis
Paul Hanna.
Miles de obras en España han tenido que ser desatendidas por la crisis tras millonarias inversiones. Conozca algunos de los emprendimientos inmobiliarios que hacen frente a un futuro incierto al no poder cubrir sus gastos.
El secarral de Seseña, a las afueras de Madrid, pretendía ser la urbanización más grande de España, pero se quedó solo en eso, un proyecto gigante y fallido. Pasó a ser el paradigma del 'boom' inmobiliario, de la fiebre de la construcción y del fracaso de una economía basada en el ladrillo. La mitad de las 5.000 viviendas que se llegaron a construir son de los bancos, que ahora bajan los precios para darles salida.
Alrededor de la capital existen numerosas urbanizaciones fantasma y complejos deshabitados. En toda España hay 3.400.000 casas vacías. Y no solo viviendas, sino también autopistas sin apenas coches y en concurso de acreedores.
"Para mí, la clave es que no ha existido una política de ordenamiento del territorio" indica la profesora de Derecho Administrativo de la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED) Marta Lora-Tamayo a RT.
Otra construcción que ha fracasado fue la del aeropuerto de Ciudad Real, el primer aeropuerto internacional privado de España que, según los medios, había costado 1.000 millones de euros. Iba ser el satélite de Barajas, pero no se necesitaba. De hecho, solo llegaron a operar 4 compañías, animadas con subvenciones públicas, hasta que se hizo insostenible. Desde que cerró hace dos años, solo sirve de escenario para grabar anuncios publicitarios o películas.
"La decepción entre la gente fue brutal, la gente lo ve como un macroproyecto frustrado, como un fantasma, como un engaño también de los políticos y de los años de pelotazo que llevamos en España", resalta la periodista Julia Yébenes.
En España hay unos 6 aeropuertos en la misma situación. Este ahora busca un dueño con al menos 100 millones de euros. Aproximadamente lo que le ha costado a los madrileños lo que iba a ser un esplendoroso y caro complejo judicial llamado la Ciudad de la Justicia, que nunca se llegó a acabar, pero que sí ha habido que pagar.
"La Ciudad de la Justicia es un escandaloso ejemplo de despilfarro", señala la política Amparo Valcarce.
Y existen otros casos, como el de un costoso tren para ir a un parque de atracciones a las afueras de la ciudad cuyo cierre ha sido inevitable.
"Se utilizó imprudentemente el dinero de ciudadanos", afirma Carmen Guijarro, la alcaldesa del municipio del sur de la Comunidad de Madrid San Martín de la Vega.
En la actualidad, estas construcciones son cementerios de la crisis y el derroche que salpican las ciudades españolas que un día creyeron vivir en El Dorado.
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