miércoles, 12 de marzo de 2014

Estados Unidos otorga asilo político a abogada de Juárez

Por Guadalupe Lizárraga
DENVER, Colorado.- El gobierno del Estados Unidos ha decidido otorgar asilo político definitivo a Francisca Galván Segura, abogada de derechos humanos quien estaba enfocada en la lucha contra los feminicidios de Ciudad Juárez, y fue amenazada por las autoridades de Chihuahua, en febrero de 2013. El abogado Jonathan Shaw, quien llevó el proceso legal, fue felicitado por la juez del Estado de Colorado por presentar con antelación un expediente de 300 páginas de evidencia más un análisis del caso. Para el abogado “no fue un caso normal, porque no es común que llegue un abogado de derechos humanos con un documento con amenazas del gobierno de Chihuahua”, señaló. En entrevista para Los Ángeles Press, Shaw explicó que al aceptar el caso de Galván Segura se propuso como meta ganarlo antes de la Corte y tener tantas evidencias posibles que la juez pudiera tomar la decisión positiva. Para ello solicitó la opinión de otros abogados de California, investigó y estudió otros casos de asilo, incluso trabajó muchas horas prácticamente de manera voluntaria para integrar un “caso perfecto” de asilo político, según lo describe con sus palabras. “No hubo sorpresa, porque ya se sabía toda la información”, dijo. Pese a que había varios testigos propuestos para dar su testimonio ante la Corte, sólo se solicitó el testimonio de la periodista que durante dos años estuvo investigando con Francisca Galván y dando cobertura a los sucesos más dramáticos de las jóvenes desaparecidas y feminicidios. Vía telefónica, desde Los Ángeles California, fue entrevistada por el abogado ante la Corte sobre cómo fue la relación entre ella y la abogada de derechos humanos, hasta llegar a las denuncias con nombres y apellidos de las autoridades mexicanas involucradas en la corrupción de las investigaciones sobre feminicidios. Por parte de la abogada fiscal que representaba al gobierno de Estados Unidos, también dirigió algunas preguntas a la testigo sobre cómo había obtenido evidencias y entrevistas desde California. A lo que la periodista respondió que se trataba de una cobertura transfronteriza y era apoyada con la cámara por un corresponsal en Ciudad Juárez, mientras ella desarrollaba las entrevistas con las madres de las víctimas. La abogada del Estado “no estaba peleando el caso, apuntó Jonathan Shaw, sino que preguntaba detalles del caso, en los que mostraba su interés”. También destacó que dentro de los límites de asilo político fue un caso conmovedor por todo lo que llegó a pasar Francisca Galván, desde verse obligada a abandonar su estado natal y su profesión para salvaguardar su vida y la de su familia, hasta lograr hacer visible internacionalmente los casos de feminicidios con veinte años de impunidad. El abogado de Galván Segura también se refirió al sufrimiento y a la indignación que aún persiste en Francisca, así como su miedo por las jóvenes de Ciudad Juárez, y comentó que después de entrevistarla en la Corte durante dos horas, le preguntó si había algo que él no había considerado y ella quisiera expresar. “Fue algo muy bonito, narra el abogado, cuando Francisca responde: yo quiero que se acaben las matanzas y las desapariciones de las jóvenes de Ciudad Juárez”. Jonathan Shaw calificó de impresionante el compromiso de Galván Segura con la vida de las personas vulnerables en su ciudad, y afirma, “ahí, en la defensa de su vida ante la Corte, en vez de pensar sólo en sí misma, todavía piensa en los demás, y da muestras de sus ganas de seguir en la lucha”.

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