lunes, 30 de junio de 2014
Se esfumó la ilusión
Se esfumó la ilusión
Edgar Valero Berrospe en Fortaleza |
Eran los últimos 15 minutos del partido cuando se le vino la noche encima a la Selección Mexicana, que luego de ponerse en ventaja con un golazo de zurda de Giovani dos Santos al iniciar la segunda mitad, finalmente cayó ante la poderosa escuadra de Holanda 2 goles a 1, para quedar eliminada de la Copa del Mundo por sexta vez consecutiva en la ronda de los octavos de final.
México acarició la ronda de los cuartos de final y se dio el lujo de tener contra la pared al subcampeón del mundo, hasta que el enemigo que no remató se levantó de sus cenizas para mandar de regreso a casa al Tri, que por sexta ocasión consecutiva, por más que haya sido con formas diferentes, queda eliminado en la Copa del Mundo en la misma ronda.
El equipo comandado por Herrera mostró un gran aplomo y tras haber cambiado la historia de un Mundial condenado al fracaso, no pudo extender en cambio la racha de resultados positivos y con su primera derrota también vino su eliminación,. El trabajo estupendo de jugadores como Guardado, Herrera, Oribe, Moreno y hasta Márquez o Layún, forma parte ahora de una historia de frustraciones que parece no tener fin.
El técnico holandés Louis Van Gaal jugó con tres diferentes esquemas tácticos, tratando de frenar a la escuadra mexicana que se apropió del balón al inicio del encuentro y finalmente acabó tirándose a matar en la parte final del partido para evitar la derrota. Cuando ya el tiempo oficial había expirado, Rafael Márquez trató de evitar el desborde de Arjen Robben al fondo del área por la izquierda del área mexicana, y alcanzó a tocarlo con la punta del pie, y el holandés, que se había pasado todo el partido pidiendo que le marcaran un penalty, finalmente fue complacido por el silbante portugués Pedro Proenza, quien ordenó el tiro de castigo al minuto 94.
Jan Huntelaar, quien había entrado para forzar la ofensiva holandesa a su tercera formación diferente en el partido, cobró el disparo abajo a la derecha del marco de Guillermo Ochoa, quien se tiró al lado opuesto.
Previamente, el equipo holandés intentando evitar la derrota se había tirado al frente, atacando por todos los sectores, aunque siempre las jugadas terminaban por el mismo camino, a través de Sneijder, quien terminó por ser uno de los verdugos del cuadro mexicano, pues un cañonazo suyo al minuto 88 igualó el marcador, en un tiro de esquina donde el balón salió rebotado y llegó para sacar el disparo que sólo fue observado por Ochoa, pues el remate fue franco, seco y directo a media altura pegado al poste derecho del arquero mexicano.
El partido comenzó bajo un sol intenso, una elevada humedad, y condiciones realmente difíciles, pues el termómetro alcanzó los 32 grados con mas de 65% de humedad, que provocaron que el encuentro bajara dramáticamente de ritmo en la segunda mitad de la primera parte. Incluso, antes de que se ordenara la pausa para hidratación al minuto 30, ya el equipo mexicano había bajado su intenso tren de marcación que tenía literalmente atado al cuadro holandés.
Holanda buscó los costados, los desbordes, los balones al espacio, vamos, hasta los balonazos, pero nada funcionaba ante una ordenada defensa mexicana, que cometió algunos errores que generaron jugadas de peligro de la escuadra holandesa, pero todo terminaba bajo control e incluso, una vez más, Guillermo Ochoa apareció en el momento justo, evitando en esos pocos avances, que los holandeses pudieran cantar gol.
El técnico de la naranja, Louis Van Gaal, que había salido con un esquema de 4-4-2 cambió casi de inmediato, y ordenó la salida de Nigel de Jong al minuto y la entrada de Indi, para completar su línea de 5, misma que en los últimos 30 minutos se convirtió en un claro 4-3-3 con él que se arriesgó a los contragolpes mexicanos, que esta vez, a diferencia de lo que sucedió en el partido ante Croacia, no fueron efectivos.
Las conexiones mexicanas funcionaron muy bien por periodos del partido, en la primera mitad al comienzo, y en la segunda mitad de la misma manera, Herrera siguió haciendo un trabajo estupendo, Carlos Salcido se encargó de que no hubiera sorpresas en el medio terreno, donde Holanda no pudo conectar nunca sus líneas. Es decir, la apuesta de Miguel Herrera, fue la correcta, sólo que nos encontramos ante la misma situación de siempre, al no poder rematar a Holanda, esta se volvió mas peligrosa conforme pasaban los minutos, y la salida de Héctor Moreno en una de las últimas jugadas de la primera mitad, cambió radicalmente el panorama, al extremo que su reemplazo, Diego Reyes, fue el que le permitió a Sneijder sacar el disparo con el que se igualó el partido, pues lo perdió de vista y ni siquiera se acercó a cerrarle el paso cuando llegó de atrás.
Una vez más, y como ocurrió en otros momentos clave de la selección Nacional, Rafael Márquez apareció equivocadamente violento. En la jugada donde salió lesionado Moreno, Márquez había resbalado en la media cancha al tratar de recuperar un mal servicio del Maza Rodríguez, dejando pasar el balón y cuando alcanzó a Robben que se lo había llevado, lo hizo cometiéndole una falta por atrás que no se marcó como tal, y en el encontronazo donde Moreno trató de entrar al relevo, fue donde se llevó el golpazo en la pierna.
De la misma manera, la marca de Layún falló por izquierda, Márquez acudió a hacer la asistencia y le dio un puntapié abajo a Robben, quien al sentir el “lleguecito” se tiró y el árbitro finalmente le concedió el penalty que había estado buscando. Márquez pasó de nuevo de ser héroe a villano y al ser probablemente su último partido con la Selección Nacional, ya no tendrá tiempo de redimirse con el Tri y la afición.
Giovani abrió el marcador con un golazo al minuto 48 tras una gran jugada escalonada de Oribe Peralta y Héctor Herrera y la firmó con un riflazo que venció a Cillessen abajo a la derecha sin que pudiera hacer nada el arquero del Ajax de Amsterdam.
El arbitro, quien hizo un trabajo demasiado cargado al lado de los europeos, no marcó a favor de México un penalty claro cuando Vlaar le dio una patada en la cara a Héctor Herrera y luego fue complaciente con los holandeses y quisquilloso con los mexicanos.
Miguel Herrera trató de revolucionar al equipo mexicano tirándose al frente al meter a Javier Aquino y al Chicharito Hernández, pero, aunque tuvieron buenos momentos, no alcanzaron a ser catalizadores, o el factor que rematara a los holandeses.
Guillermo Ochoa tuvo un par de estupendas salidas, pero la más clara de Holanda antes de los goles, fue un tiro de De Vrij que le pegó al arquero mexicano y que rebotó luego en el palo izquierdo. Al minuto 72, hubo la impresión de que Ochoa había atajado un tiro de Robben abajo, pero fue la pierna de Layún la que llegó en su auxilio. Otras más, fue una jugada en claro fuera de lugar de Huntelaar que fue atajada con gran autoridad por el arquero mexicano.
Desde que México regresó a la Copa del Mundo en 1994, sigue ansiando verse en el famoso quinto partido, que por lo pronto, y a pesar de la extraordinaria actuación que se tuvo en al primera ronda, seguirá siendo una obsesión.
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