jueves, 3 de julio de 2014
Pañales, huracanes o gases de cadáveres: ¿Qué fuentes de energía son más absurdas?
© wikipedia / RT / Reuters / deviantart
El actual problema de déficit energético está forzando a la gente a idear innovadoras fuentes de energía: desde aprovechar la fuerza de los tornados hasta valerse del gas de los muertos, pasando por el alcohol o los pañales.
La energía se puede obtener de diferentes formas, pero muchas de ellas al final sólo se quedan en simples proyectos que no llegan a generalizarse gran escala. Ello puede estar relacionado con impedimentos éticos, culturales o con otras razones. La revista digital 'Vestifinance' ha hecho una recopilación de las fuentes más curiosas.
La energía de los muertos
Es poco probable que la idea de calentar un edificio a costa de los gases que expulsan los cadáveres en descomposición de los seres queridos, sea aceptada por los familiares de los difuntos.
De acuerdo con el artículo de Discovery.com, hay investigadores que ya han conseguido "retener" el gas en el proceso de embalsamamiento, para su posterior depurado de mercurio.
Pese a las dudas éticas que se ciernen sobre este método, algunas empresas, concretamente las funerarias, podrían utilizar este secreto comercial. Según el portal Oil Price, se trata de una fuente energética inteligente y ecológica.
La energía fecal
© REUTERS
El estiércol de vaca ya se usa desde hace tiempo como combustible, sobre todo para los vehículos motorizados. Un nuevo proyecto del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria de Argentina sugiere la creación de un instrumento especial que pueda prevenir la pérdida de esta preciada energía.
También existe un proyecto similar, pero ligado a las deposiciones humanas. El ser humano también produce metano, además de compuestos de hidrógeno, pero en la media requerida para la producción mensual de un galón de gas comprimido.
Energía de los desastres naturales
© wikipedia.org / Runningonbrains
Aquellos que hayan sido testigos de la fuerza destructiva de un tornado, quizá consideren que no es mala idea crear un pequeño tornado artificial en laboratorio, solo que para producir tal cantidad de energía, el tamaño del vórtice debería ser muy grande.
Louis Misho, exingeniero de ExxonMobil, generó tornados en su garaje durante muchos años, aunque los más grandes, de unos 20 metros de altura, produjeron insignificantes cantidades de energía.
Según Misho, cuanto más crece el tamaño del vórtice, mayor es la posibilidad de conseguir que la energía aumente rápidamente. En colaboración con la canadiense AVEtec Energy Corp, Misho espera crear ahora un tornado de más de 14,5 kilómetros de altura. Los tornados naturales más altos han llegado a alcanzar los 9 kilómetros.
Según el ingeniero, el uso de un tornado en combinación con turbinas permite producir aún más energía, más que la energía nuclear o que las fuentes de combustible mineral. Además, esta fuente de energía será 2 veces más barata que la más tradicional de las fuentes energéticas.
Por un lado, la idea de Misho parece tener muchas perspectivas, pero la creación de potentes tornados artificiales, que no podrían detenerse en caso de amenaza, podrían convertirse en una bomba de relojería.
Los pañales energéticos
De media, un recién nacido usa 10-14 pañales a diario, y a ello se suma la gran demanda de uso de pañales para ancianos en Japón, lo que hace crecer este mercado.
Por lo general, un pañal cualquiera suele acabar en el vertedero. Pero esto pronto podría cambiar. La empresa nipona Super Faiths Inc. ha desarrollado un método de conversión de pañales en energía. De acuerdo con la página web de la compañía, se pretende machacar, triturar y secar pañales, además de desodorarlos. Después de ser sometidos a este procesado tecnológico quedarán unos gránulos inodoros, con un kilo de los cuales se podrían general 5 Kcal de energía calorífica.
Sólo en Estados Unidos se tiran cerca de 18 billones de pañales al año, por lo que este método resulta bastante atractivo. El problema es que sólo en Japón se utilizan pañales de papel, mientras que en otros países éstos contienen mucho plásticos, por lo que no sería una fuente de energía tan buena.
La energía del alcohol
© REUTERS John Sommers II
Desde 2007 en la frontera sueca todo el alcohol confiscado se envía una fábrica en la ciudad de Linköping, donde se calienta y convierte en gas.
Según datos de nbcnews.com, cientos de litros de este alcohol confiscado se utiliza para la producción de combustible para autobuses, vehículos de carga e incluso trenes. Los funcionariossostienen que "un cuarto de alcohol puro es suficiente para crear una décima parte de un galón de gas".
¿Qué desventajas tiene un método como éste? Probablemente ninguna, más allá de la decepción de la población sueca por no conseguir sus bebidas de contrabando.
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