miércoles, 27 de agosto de 2014

Trescientos soldados de EU patrullan ya la frontera de Texas

EFE en Austin | Los primeros efectivos de la Guardia Nacional que el gobernador de Texas, el republicano Rick Perry, prometió para combatir la crisis migratoria en la frontera con México, ya están sobre el terreno, confirmaron ayer fuentes oficiales. “La Guardia Nacional de Texas actualmente tiene tropas a lo largo de la frontera entre Texas y México en apoyo de la Operación Fuerte Seguridad”, dijo la teniente coronel Joanne MacGregor, portavoz de las Fuerzas Militares en este estado. El resto del contingente sigue su capacitación en el complejo militar Camp Swift, ubicado en la localidad de Bastrop, cercana a Austin. Según medios locales, ese primer contingente desplegado en la frontera asciende a unos 300 soldados de la Guardia Nacional, cifra que no quiso confirmar la teniente coronel MacGregor. Dos mil kilómetros. Texas tiene unos 2,000 kilómetros de frontera con México, un tramo que en los últimos meses ha sido el epicentro de la crisis migratoria de los niños centroamericanos, principalmente de Guatemala, Honduras y El Salvador. Se calcula que 63,000 menores no acompañados han llegado desde octubre a Estados Unidos huyendo de la violencia en sus países. Perry prometió en julio el despliegue de 1,000 efectivos de la Guardia Nacional, a pesar de que no tiene competencias en asuntos migratorios, para enfrentar esta crisis migratoria, ya que se trata de un asunto federal. Medida electorera. El gobernador texano, quien aspira a convertirse en el candidato republicano a la Presidencia en 2016, impulsó esta medida con críticas de inoperancia al presidente Barack Obama ante la crisis de los menores y por considerar que hay que blindar la frontera ante el peligro de los carteles de la droga y las pandillas. Tras el anuncio de Perry, el Gobierno mexicano rechazó el despliegue de la Guardia Nacional en la frontera por considerarlo injustificado y por no contribuir “a la solución del fenómeno migratorio”. La llegada de los primeros efectivos a la frontera coincide con una visita de dos días del presidente mexicano, Enrique Peña Nieto, a California, muy centrada en la crisis migratoria. La Operación Fuerte Seguridad tiene un presupuesto inicial de 38 millones de dólares, una duración de tres meses y ha levantado una gran polémica, ya que sus detractores la consideran una operación propagandística de Perry en su carrera hacia la Casa Blanca.

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