lunes, 13 de octubre de 2014

La manifestación del 12 de octubre en Barcelona le da la razón a Alicia Sánchez-Camacho

Andrés Morales. BLASTING NEWS. La convocatoria en Plaza Cataluña para manifestarse en contra de la independencia arroja cifras que no dejan duda alguna "Multitudinaria" asistencia al 12-O "Multitudinaria" asistencia al 12-O El domingo, 12 de octubre, día que se celebra el descubrimiento de América por Cristóbal Colón allá por el 1492, hace ya 522 años, se convocó en Barcelona una manifestación para demostrarle al mundo que los catalanes están en contra de la separación de Cataluña y España que quieren los independentistas. Se anunció la participación en dicha manifestación, entre otros, de la presidenta del Partido Popular de Cataluña (PPC), Alicia Sánchez-Camacho. Una de las estrategias más utilizadas por el PP y, especialmente, por su presidenta en Cataluña, ha sido enarbolar la bandera de la "mayoría silenciosa", refiriéndose a las personas que no se presentan a las manifestaciones convocadas. Siempre se han tenido en cuenta las cifras de asistencia a cualquier tipo de convocatoria popular, como la del 15-M, el 11-S o las que se celebran a menudo en España en contra de las nefastas acciones del gobierno central, que no hacen sino perjudicar constantemente a sus ciudadanos. En esta ocasión, las cifras de asistencia, que los organizadores dicen que fueron 32.000 asistentes, la Delegación del Gobierno en Cataluña la aumenta hasta los 65.000, la Guardia Urbana ha contabilizado nada más 6.000, y los medios de comunicación que cubrieron el evento la deja en 10.000 participantes, no son lo que más importa. Y no lo son por una razón muy sencilla: este domingo, en esta demostración de la voluntad de un muy alto porcentaje de la ciudadanía catalana, la ha ganado la llamada "mayoría silenciosa". Esos más de 4,5 millones de catalanes que no se decidieron a salir a la calle para decir lo que quieren hacer con el futuro de Cataluña le dan la razón a la señora Alicia Sánchez-Camacho. Porque, si lo que ella dice, que los que no salen a la calle para dar su opinión con su presencia, es cierto, una mayoría aplastante es la que ayer dijo, sin decir nada, que no quiere que Cataluña se independice. Y ella hace tiempo que lo sabe, está convencida de esto desde el principio, desde que el president Artur Mas inició sus movimientos estratégicos para acercarse hasta la Moncloa para llevar a cabo su plan soberanista de independizarse de España, con un sinfín de oscuros motivos personales. Esa es la visión de todo este asunto que tiene la señora Sánchez-Camacho. Y la pregunta es más que obvia: si tan segura está de que hay una amplia mayoría que aboga por lo que ella y su partido defienden con uñas y dientes, ¿por qué siguen empeñados en prohibir que el pueblo catalán se exprese con sus votos? ¿Por qué denuncian todo movimiento que se produzca en relación a intentar conseguir que esa consulta popular se produzca? Si son tantos y tantos los catalanes que, llegado el momento, van a votar que quieren seguir perteneciendo a España, ¿a qué le tienen miedo? ¿O es que eso de la "mayoría silenciosa" es otra de las mentiras a las que nos tienen acostumbrados estos señores del PP? Y si realmente la cifra que cuenta es la de los "no asistentes", ¿a qué vienen esas quejas que han sido lanzadas en prensa y, sobre todo, por las redes sociales, en las que denuncian sin el más mínimo respeto a un profesional de las noticias meteorológicas como es Tomás Molina, que realiza su trabajo en la cadena televisiva catalana TV3, porque dijo que se iban a producir fuertes lluvias precisamente ese domingo? ¿Acaso la lluvia es un motivo más que válido para que la gente se quede en sus casas en vez de salir a protestar por lo que consideran que está mal? Porque yo recuerdo que, el 11-S, pasó justo lo contrario: un sol de justicia acompañó toda la tarde a los más de 2 millones de asistentes, que sumado a la sensación de estar metidos dentro de una multitud de esas magnitudes, dan como resultado un motivo más que respetable para quedarse en casa. Y aún así, no es necesario decir que no pasó eso. O igual sí. Igual habrían sido muchos más si el día hubiera sido menos caluroso, nunca se sabrá... Y el día después de que el Tribunal Constitucional declarara suspendido el Decreto firmado tan sólo 48 horas antes por Artur Mas, que autorizaba la convocatoria de la consulta, no solamente el cielo amenazaba lluvia, sino que llovió realmente. Y aún así, la gente se reunió delante de los ayuntamientos para protestar por esa decisión del TC, impuesta por el Gobierno Central. O los anti-independencia son más sensibles a los cambios climáticos, o los independentistas son más brutos que un arado y se pasan por el arco del triunfo lo que venga del cielo. No sé cuál de esas dos afirmaciones será la buena, pero hay una tercera que se me antoja más real: que la tan mentada "mayoría silenciosa" no pasa de ser una simple mentira recurrente de los que saben que no tienen más herramientas legales para intentar parar lo que saben que, al final, pasará. Porque, si no es ahora, será más adelante, como ya algunas televisiones dan por hecho, como por ejemplo la alemana RTL, que ya sacó en sus noticias recientes sobre el ébola en España, un mapa nacional en el que ya no aparece Cataluña. Porque ellos saben que la voluntad de un pueblo se puede retener una vez, dos veces, tres veces, pero no puede ser retenida para siempre. Y, señores del gobierno central y sus "amistades peligrosas", ¡ustedes lo saben!

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