jueves, 7 de septiembre de 2017
Ladrones se topan con estuches de muerto en un robo frustrado en Tlalnepantla
Por: David Esquivel
Tlalnepantla. Menuda sorpresa se llevaron unos cacos que pretendieron cometer, sino el robo de su vida, si conseguir algo que les dejará ilícita ganancia sin tanto esfuerzo, aunque si lo tuvieron que hacer para abrir un boquete en un muro del puente vehicular de la Vía Gustavo Baz, que cruza Avenida Sor Juana, bajo el cual se encontraron con no menos 19 féretros almacenados.
El lugar corresponde a una bodega municipal habilitada abajo el puente vehicular y frente a una zona de restaurantes, hasta donde llegaba cierto olorcillo a difunto; aunque las autoridades municipales afirmaron que los ataúdes son nuevos, otros dicen que fueron utilizados para transportar muertos hasta un crematorio, cuyos familiares después de incinerado su pariente donan el féretro al municipio, que, a se vez, lo dona al servicio forense para que entierre muertos en calidad de desconocidos.
En fin, que el hallazgo causó asombro entre transeúntes y comenzó a circular en redes sociales, donde se subió un video, en el que se observa el hoyo hecho al muro de al menos medio metro de diámetro y por el cual se observan algunos ataúdes en el suelo y otros apilados, dentro del lugar oscuro, seguramente los cacos no le pensaron dos veces y pusieron pies en polvorosa.
Reporteros llegaron al punto y trataron de tomar gráficas pero el sitio era custodiado por elementos de la policía municipal y Comisión Estatal de Seguridad (CES), desde las 10:30 de la mañana, quienes impidieron el acercamiento de curiosos e informadores. El interior de la bodega había 16 ataúdes para adulto y tres para menores de edad. Precisaron que los féretros eran “nuevos”.
Hasta el lugar llegó un comando policíaco compuesto por: un Ministerio Público, dos jefes policíacos de región y un comandante de la CES, un comandante, un subdirector de la CES metropolitana, seis policías municipales y un policía del grupo de investigación de la Fiscalía General de Justicia del Estado de México. Posiblemente los cacos aún no se reponen de la sorpresa.
La alcaldía local precisó que el embovedado abajo del puente pertenece a la dirección de servicios urbanos del municipio y que eventualmente los ataúdes son donados a personas de escasos recursos económicos o para sepultar a personas no identificadas.
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