martes, 11 de marzo de 2014
PSOE y PP, la misma mierda
Sí, la política es un asco, pero es la única manera de organizarnos que tenemos, y debemos intentar que no lo sea tanto. Se afirma que Zapatero se está prodigando en los medios para lavar su imagen y que defiende un gobierno de coalición PP-PSOE en la próxima legislatura.
Diario Público.
Con ello no disminuya mucho el asco, antes bien se incrementa. Cierto que ocurre en otros países, como Alemania, pero no sería racionalmente asumible en España, por mucho que digan que los españoles votan centro. Los famosos “extraños compañeros de cama” serían un golpe de gracia a la debilitada fe política. Quieren seguir siendo los reyes del cotarro y bailar juntos el vals de gobernar ante el pánico que les producen UPyD y la Izquierda Plural.
Tamaño dislate – la sola posibilidad de que se propugna ya lo es – consigue que repudiemos a ambos y que los igualemos como el mismo desecho. Sería la confirmación de que el PSOE en ningún caso es la izquierda. Sería el establecimiento del duopolio de la organización social única. Resulta increíble y decepcionante que se pueda rechazar la opción de negociar y pactar entre las fuerzas del progreso. Un gobierno PSOE-PP sería la culminación del asco. Por eso no hay que votarles, así de claro. Ni en las europeas ni en ninguna.
El PSOE se convierte en apestado en tanto no desmienta con rotundidad y públicamente que en ningún caso, ninguno, entraría a formar un Gobierno de coalición con el PP. Ahora mismo, acallando temores y malestares, sin esperar a resultados electorales, sin acudir al evasivo “no es el momento”. Sí es el momento, siempre lo es. Si no se abortan, los temores terminan convirtiéndose en realidades.
Particularmente yo prefiero que siga gobernando el PP aliado con la otra derecha, la UPyD de Rosa Díez. El asco sería menos impuro. El PSOE no puede ser cómplice ni socio de esa repulsiva conjunción, con los mismos que mantuvieron y aún mantienen al cabo de diez años la autoría de ETA en el 11-M, entre docenas de tropelías más. Es necesario que haga público su programa cuanto antes, que desmienta esa posibilidad, que rompa rotundamente con su aciago y próximo pasado. Y que manifieste sin vacilación alguna qué puntos no serían renunciables en ningún supuesto, ni con unos ni con otros. ¡Ya está bien de retrasos tramposos y globos sonda, de trepadores y egoístas agarrados al cargo, aunque digan que lo hacen por la buena gobernanza y estabilidad del país!
Ni borracho votaría yo a quien pudiese unirse en gobierno con los que han ignorado la democracia, antes me dejaría cortar una mano. Prefiero el desastre. Son cábalas, conjeturas, rumores, pero son posibilidades que mientras no se fulminen siguen haciendo que la política sea un asco y PSOE y PP la misma excrecencia sean.
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