sábado, 5 de abril de 2014
Universidades, nuevo objetivo de Los Zetas
Alejandro Melgoza Melgoza
Luego de que el pasado martes fuera asesinada una persona a manos de presuntos sicarios del cártel de Los Zetas dentro de las instalaciones de la Facultad de Comercio de la Universidad Autónoma de Tamaulipas (UAT), la organización Insight Crime señaló al respecto que el “involucramiento” de la célula criminal “destaca su gran extensión de su infiltración en la vida cotidiana” de la sociedad.
Y es que “la última letra”, detalla el análisis, ha ampliado la gama de intereses comerciales, por lo cual “es un signo más del alcance de la diversificación de sus operaciones”. De acuerdo con la Drug Enforcement Administration (DEA) y la misma Procuraduría General de la República (PGR), este grupo criminal se ha caracterizado por introducirse en el mercado de 22 tipologías delictivas.
En ese sentido, la organización nacida como brazo armado del Cártel del Golfo cuando lideraba Osiel Cárdenas Guillén, se ha dedicado en los últimos años ha imponer un sistema de extorsión, mejor conocido como “derecho de piso”, en hoteles, casinos, carnicerías y otro tipo de giros comerciales en Tamaulipas, principalmente.
Cabe resaltar, hay versiones encontradas en el reciente suceso del recién fallecido en la UAT, ya que Proceso notificó que Gregorio Serna “recibió un disparo en la cabeza a las 6 de la mañana en la Facultad de Comercio de la Universidad Autónoma de Tamaulipas (UAT), un estado asolado por la violencia en el noreste de México”. Sin embargo, el semanario dice que se trató de un “agente ministerial” e intendente del colegio, en tanto que fuentes no oficiales apuntan que era un guardia de seguridad. Hasta el momento no existe certeza en ese dato.
Una versión anónima subrayó que Serna pudo haber sido ultimado debido a que se negó a involucrarse con dicho grupo delictivo que presuntamente controla varias facultades académicas de la universidad. De esto dieron cuenta unos tuits que aparecieron después del tiroteo, cuyo contenido afirmaba que algunos miembros de ésta poseen vínculos con Los Zetas.
Los Zetas operan como franquicia criminal
Lo anterior confirma lo explicado por el periodista, Ricardo Ravelo, en su último libro titulado “Zetas, la franquicia criminal”, puesto que este cártel se ha diversificado como pequeñas filiales operando en más de 20 tipologías delictivas mediante métodos sanguinarios y demenciales.
Ravelo ha confirmado en las presentaciones de su libro que Los Zetas han impuesto una nueva modalidad violenta que para recibir dinero y “ganar territorio” utilizó sistemáticamente “las decapitaciones y demembramiento de cuerpos”.
De acuerdo con el reportero de Proceso, el grupo “se posicionó dentro y fuera de México. Larga ha sido la carrera delictiva de esta organización criminal que nació en 1997 y 1998, cuando Osiel Cárdenas aprovechó el hueco que dejó Juan García Abrego –preso en Estados Unidos y sometido a varias cadenas perpetuas –para colocarse como cabeza del cártel del Golfo”.
“En aquel tiempo, Los Zetas no existían como un cártel bien organizado. No. Era un grupo formado por exmilitares que fueron incorporados al cártel del Golfo, a petición de Cárdenas Guillén, para conformar un cerco protector, pues Osiel tenía miedo de ser asesinado por Salvador Gómez Herrera, El Chava Gómez, amigo y rival”.
Continúa: “(…)Ningún cártel de México ni del mundo podía competir con los del Golfo, pues el cártel del Golfo fue el primero en incorporar el paramilitarismo al narcotráfico. Con el tiempo, el cártel del Golfo y Los Zetasse convirtieron en los más versátiles y, más tarde, en los más sanguinarios, pues incorporaron prácticas de muerte como la decapitación, el descuartizamiento de personas, entre otras atrocidades”.
Para el director de Variopinto, es de llamar la atención “la evolución” de la célula, dado que “a la caída de Osiel, en 2003, al grupo se le daba como desaparecido, pues no podría sobrevivir sin líder. Por un lapso de tiempo no muy largo el grupo se desorganizó. En esa etapa ya no se dedicaron tanto al tráfico de drogas sino a capitalizarse mediante otras actividades delictivas como el secuestro, la extorsión, la trata y el tráfico de personas, por citar sólo algunas”.
Sentencia: “Esto les permitió obtener recursos y, al mismo tiempo, se dieron cuenta que era rentable diversificar las actividades ilícitas. De esa forma obtenían jugosos recursos –pese al dolor social que provocaban –y podían comprar grandes cargamentos de cocaína e incluso drogas sintéticas para exportar al voraz mercado de consumo estadounidense”.
Por último, es preciso resaltar que actualmente Los Zetas son la segunda organización más poderosa en cincuenta países del mundo, tan sólo después del Cártel de Sinaloa, pues ha logrado hacer de la empresa criminal un dominio trasnacional que ha llegado al grado de tener nexos con cárteles, como el italiano llamado La´Ndrangueta.
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