La opinión de ... Salvador Ferrer i Paradeda (El intelecto de los sabios)

El intelecto de los sabios Salvador Ferrer i Paradeda.

Hay que saber puntuar a “los sabios”, aquellos que se oponen a todo y marcan las pautas a todos, son personajes salidos de alta cuna, apellidos reconocidos, amistades peligrosas y cautivadores de masas. Ni más ni menos… ilustrados en escuelas de pago, universidades foráneas, doctorados de renombre un tanto ilegible, amigos de fiestas dolosas, cantantes y artistas, ávidos de salir en la foto, costosos trajes de marca, zapatos lustrados por el mayordomo de turno, abrazos pecaminosos, mirada furtiva. Son lumbreras de corte escultural, mármol de Carrara, gozan de privilegios y además heredan títulos honoríficos o puestos intocables… Ellos son reyes, políticos, empresarios, banqueros… una larga lista interminable, pero seleccionada, no hay duda de que nos rodean, nos prometen, nos ilusionan, hacen de nosotros una corte seguidora y cautivadora. Son los intelectos sabios, los elegidos por la mano “clandestina”, aquellos que desde su nacimiento están tocados por una “varita mágica” llena de poder, pocas alternancias y tal vez…sólo tal vez –mentira- podemos eliminarlos de su camino a cambio de otros personajes más preparados y ante quienes sí deberíamos rendir pleitesía o por lo menos escucharlos, porque pleitesía no se le debe a nadie, incluido aquellos que son fieles seguidores de una religión a la que pueden llamar “única e inmaculada”. Con todo, seguiremos entre su presencia exceptuando los momentos de un campeonato de fútbol, una corrida de toros, un “Gran hermano” o el típico concurso de voces del futuro…¡ah! se me olvidaba, también de la famosa Laura Bouzzo, que poco se habla ahora, pero sé de buena tinta que está preparando un nuevo programa que hará suspirar “al pueblo” al que tanto ama (incluyo que también se ríe de él). En fin, tendremos que mirar alrededor nuestro, analizar las imágenes que nos van regalando las cadenas de televisión y sus presentadores “estrella” (los que dicen y perjuran que nada es mejor si no va acompañado de sus consejos, dicho sea de paso, cobran por decir “estupideces y mentiras”) . Estamos en un mundo irreal lleno de fantoches salidos del “averno mediático” a los cuales llamamos sabios con un amplio intelecto. Toca cerrar el grifo y potabilizar sus palabras para evitar contagios mentales, además de diarreas provenientes de los mensajes subliminales que nos dan continuamente. Reyes, políticos, empresarios, banqueros y… “líderes de las pantallas”, esas que apendejan y controlan masas, hay un aviso sutil que se ha lanzado al aire… “No todo es oro porque reluce, también la mierda tiene un color dorado en ocasiones y no es lo mismo”.