Genera desconfianza pública operación de parquímetros en Naucalpan

• Más allá de su funcionamiento, el tema es la incredibilidad del gobierno de Olvera, que se ha ganado la mala reputación por la falta de resultados y el también incumplimiento de sus promesas de campaña.

Por Mario Ruiz Hernández NAUCALPAN, Méx., a 1° de septiembre del 2017.- Insistimos que, el problema de la colocación y operación de los parquímetros en Naucalpan, entre otros programas, francamente que se debe sobre todo, a la falta de confianza y transparencia en el manejo de los recursos públicos. Asimismo, y antes de que se hable de la presunción de que el asunto lo están “partidizando”, lo real es que la gente no quiere los aparatos. Posiblemente, el programa de movilidad con el que se pretende poner el orden a las vialidades y recuperar los espacios es notable, además tanto viable como efectivo. Sin embargo, aquí decíamos en el tema, y volvemos al punto de partida, ese algo que no convence del todo de precisamente, pérdida de confianza del gobierno de Olvera. Pero también hay razones, del incumplimiento de la medida, la imposición y también concesión, donde la utilidad-60 por ciento- es para la operadora y 40 por ciento, para arreglos en la zona. En ello, de la incongruencia política, cuando ediles y miembros activos panistas, se opusieron a su colocación en el gobierno priísta pasado, y actualmente dieron su anuencia sin consulta previa. De igual manera, el rechazó tajante a la falta de obra pública en los fraccionamientos urbanos, el mantenimiento a su infraestructura, y las promesas de campaña que no han llegado. Aunado y todavía más allá de “Los Paseos Las Marinas, Luis Barragán y Jerusalem” en ese amplio polígono, los abruptos cambios de los usos del suelo de habitacional a comercial y densidades. Del catálogo de pendientes, el total reclamo de la iluminación, ampliaciones de centros comerciales, y sus impactos al medio ambiente-contaminación visual y saturación de espacios libres, convirtiéndolos en estresantes a consecuencia del fluido vehicular y “la locura urbana”. En tanto, del alarmante nivel de inseguridad en estos sitios; el robo a casa-habitación, a cuentahabientes y vehículos, transeúntes e incluso a comensales de restaurantes. A la vez de la industria nocturna, los bares, antros, casinos y hasta casas de cita, que contribuyen en ciertas partes al congestionamiento vial, y obstrucción de cocheras particulares. Finalmente, ya las perdidas horas-hombres, por la saturación de automóviles en justamente los horarios de ingreso y salida de clases, el trabajo y las compras en esos distintos circuitos de Satélite y que comparten con “La Florida”, Boulevares, Fuentes de Satélite y Lomas Verdes".